PREVIA DEL GP DE AUSTIN
Aston Martin presenta una importante serie de mejoras aerodinámicas en Austin para mantener a McLaren a raya e impulsar a Alonso en su lucha por la tercera posición del mundial.
Después de una consecución de malos resultados, Aston Martin ha visto reducida su ventaja con McLaren. Los de Silverstone se encuentran tan solo a 11 puntos de los de Woking. El buen hacer del equipo papaya en la evolución de su MCL-60 les ha llevado a conseguir que sus dos pilotos se subiesen al podio en las dos últimas carreras.
Esta situación ha llevado a la escudería de Fernando Alonso a traer un importante paquete de mejoras para este GP de Estados Unidos. Unas modificaciones que se prevén claves para que los de Mike Krack vuelvan a pelear por posiciones de podio. Sin ellas, el ritmo de carrera, con los datos del simulador, auguraría un fin de semana negro a Aston Martin, que sería el noveno coche.
Las mejoras que se van a presentar son arriesgadas, pero muy necesarias para volver a situar al AMR-23 entre los mejores de la parrilla. El paquete de innovaciones se centra en la aerodinámica del monoplaza, según adelanta Motorsport. Estas actualizaciones se encontrarán en la parte inferior, con cambios en el suelo y novedades en la zona delantera.
La más destacada será el nuevo barge board, o lo que es lo mismo, el desviador de flujo exterior que se sitúa en la zona del suelo. Esta mejora se asemeja a la implementada por Red Bull, McLaren y Ferrari. La intención es gestionar de manera óptima las turbulencias existentes de la rueda delantera, lo que se traduciría en una mayor eficacia aerodinámica.
El formato que se verá en el GP de Estados Unidos dificultará la obtención de datos, necesarios para cuantificar las actualizaciones, por parte de Aston Martin. Y es que esta decimoctava ronda del campeonato será al Sprint, por lo que solo habrá una sesión de libres y, además, deberán cuidarse con sumo detalle los neumáticos.
El mayor reto para los equipos será la puesta a punto del coche. El Circuito de las Américas cuenta con más curvas rápidas que circuitos como Spa-Francorchamps y más lentas que Hungaroring. Como consecuencia de ello, la configuración de los monoplazas deberá tener un especial equilibrio entre el agarre a velocidades bajas y la velocidad punta de las rectas.
El estrés al que se someterán los neumáticos no será tan alto como el visto en Qatar, pero si deberá tenerse en cuenta. Los compuestos llevados por Pirelli para este GP de Estados Unidos pertenecen a la gama intermedia: C-2, C-3 y C-4. Por este motivo, se espera una carrera a dos paradas con una estrategia con dos medios y uno duro.
El principal favorito para subir a lo más alto del podio es, como no podía ser de otra manera, Max Verstappen. El circuito de Austin guarda grandes similitudes con Suzuka, por lo que podemos esperar un triunfo holgado del neerlandés. Sin embargo, con ambos campeonatos ya bajo el brazo, habrá que ver cómo actúa Red Bull.
El segundo equipo será, a priori, McLaren. Los de Woking están enrachados y buscarán mantener a sus dos pilotos en el podio para, de este modo, superar a Aston Martin en el mundial de constructores. Los de Silverstone, por su parte, son una completa incógnita por la introducción de las mejoras.
Ferrari y Mercedes lucharán por ser el tercer coche. Los alemanes se han establecido como un monoplaza regular en todo tipo de trazados y buscarán asegurar su segunda posición en constructores e impulsar a Hamilton en su asalto al segundo lugar de pilotos que actualmente ostenta Checo Pérez. Los italianos buscarán volver a la senda de los buenos resultados en un circuito bueno para ellos, donde incluso consiguió su última victoria Kimi Räikkönen. Primer gran premio de este triplete de carreras consecutivas que nos esperan, la batalla está servida.