50 AÑOS DESPUÉS DE SU ÚLTIMA PRESENCIA
Broche dorado a 24 Horas de Le Mans inolvidables. Ferrari se llevaba la victoria en su regreso a la carrera francesa después de una cerrada lucha con Toyota. El 499P LMH de James Calado, Pier Guidi y Antonio Giovinazzi se llevaban el triunfo, mientras que el español Albert Costa se llevaba el triunfo en LMP2
Toyota y Ferrari llegaban a las últimas cuatro horas jugándose la victoria en la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans, sabedores de que iban a tener que aprovechar cada una de las oportunidades que tenían en pista para tratar de sacar algo de ventaja a sus rivales. Los de Maranello (Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi) habían visto esfumarse por completo el colchón que habían construido durante la mañana después de haber tenido que resetear el 499P LMH, mientras que en Toyota (Ryo Hirakawa, Brendon Hartley y Sébastien Buemi) habían sentado a sus dos pilotos más veloces para tratar en esos momentos de tratar de alcanzar a sus rivales por la victoria absoluta en un año tan especial.
Lo intentó Toyota GAZOO Racing hasta el último momento, especialmente con un Brendon Hartley que impuso un ritmo demoledor, incluso al final del stint. Las dos vueltas en 3:27 medios situaban al GR010 LMH en menos de 10 segundos con la responsabilidad para Giovinazzi de tener que empujar al máximo para conservar la diferencia. Toyota iba a sentar en el último relevo a Rio Hirakawa en su único coche superviviente, con el joven piloto nipón tratando de enjugar las diferencias respecto al Ferrari.
Sin embargo, Hirakawa cometió un error cuando se disponía a doblar a un LMP2, yéndose contra el muro y cediendo muchos segundos. Lo cierto es que el japonés no era el piloto más rápido del trío, con una mejor vuelta por encima del 3:29, por lo que parecía que incluso el expiloto de Fórmula 1, Antonio Giovinazzi, iba a estar en disposición de ampliar de nuevo la renta sobre Ryo, incluso sabiendo que Ferrari podría verse obligado a hacer un último reseteo antes del final.
El error de Hirakawa propició que Ferrari pudiera construir el colchón lo suficientemente grande como para poder hacer ese Reset en el box en su última parada para poner combustible, cuando apenas quedaban veinte minutos para el final, saliendo de nuevo a la pista 105 segundos de ventaja sobre el Toyota para encarar las últimas 15 vueltas. Finalmente, no había aparecido la lluvia y ese percance del Toyota permitió un final de carrera relativamente tranquilo para ambos competidores.
Era el éxito que buscaba Ferrari en una temporada que en lo deportivo están sufriendo mucho en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 y que con esta victoria en la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans les permitirá acallar en parte las críticas al departamento deportivo de la firma del cavallino rampante. Un triunfo en la clásica francesa 50 años después de su última participación oficial y frente a algunos de los fabricantes más grandes del planeta como son los casos de Toyota, Porsche, Cadillac o Peugeot.
En el caso de Toyota GAZOO Racing, consiguieron sobreponerse a cada uno de los problemas y cambios reglamentarios a los que se ha sometido la categoría Hypercar desde su creación. El aumento de peso en el último ajuste del BoP, la introducción sólo para Le Mans de las mantas térmicas cuando Toyota tenía una ventaja en términos de gestión de gomas, así como un cuaderno de normas técnicas que fue actualizándose para una entrada de Aston Martin (que finalmente no se produjo) sobre la marcha cuando Toyota ya había desarrollado su prototipo en base a la primera versión de las normas.
El Cadillac número #2 conseguía la última posición del podio (Earl Bamber, Richard Westbrook y Alex Lynn), a una vuelta del Ferrari, seguido del otro Cadillac oficial con el #3, siendo la quinta posición para el Ferrari #51 compuesto por Miguel Molina, Nielsen y Fuoco. Precisamente esta unidad había sido significativamente más rápida a una vuelta que sus compañeros, sin embargo, una fuga de líquido refrigerante tras el golpe de una piedra que le dañó un radiador y les llevó a ceder media docena de vueltas al comienzo de la madrugada.
Le Mans conseguía un mes histórico para la marca, ganando hace tres semanas las 24 Horas de Nürburgring con el Ferrari 296 GT3 y consiguiendo después de medio siglo de ausencia la victoria en las 24 Horas de Le Mans con el trio conformado por Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi. Broche dorado para una edición inolvidable en la que los Glickenhaus pueden haber dicho adiós a Le Mans con un sexto y un séptimo puesto, seguido por el primero de los Porsche y el primero de los Peugeot.
Décimo, el ganador de la categoría LMP2, Inter Europol Competition, con un trío que estaba liderado por el piloto español Albert Costa junto al helvético Fabio Scherer y el hijo del propietario del equipo, el polaco Jakub Smiechowski. Segundo terminaba el primero de los coches del Team WRT, con Duqueine Team tercero. La última edición de GTE Am sería para Corvette Racing (Nicolás Varrone, Ben Keating y Nicky Catsburg), seguido del Aston Martin Vantage GTE de ORT by TF y del Porsche 911 RSR GTE de GR Racing que se encargaba de apear del cajón al de Iron Dames.