HOJA EN BLANCO
Desde la escudería de Maranello pretenden transformar por completo su concepto de monoplaza para el próximo año. Salvo la unidad de potencia, el próximo coche no tendrá nada que ver con el SF-23.
Revolución antes que evolución. Esa será la hoja de ruta que tomará para la próxima campaña la Scuderia Ferrari. Los de Frédéric Vasseur llevan un 2023 decepcionante. Las expectativas al inicio de la temporada eran altas. Incluso se hablaba de volver a dominar la Fórmula 1. No ha sido así. Los italianos ocupan el cuarto lugar en el campeonato de constructores y ya miran por su retrovisor la llegada de McLaren.
Desde Maranello temen que se repitan los 16 años de sequía que hubo entre 1983 y 1999. Una marca que alcanzarán en 2024 si no consiguen hacerse con el título mundial. Para ello, el escudería del Cavallino Rampante necesitan de una revolución completa en su concepto de monoplaza que, como se está viendo, no le está dando muy buenos frutos.
"Si ellos han podido, nosotros también", esa es la idea de Vasseur. El jefe de equipo francés ha visto durante este año como Aston Martin y Mercedes les adelantaban por la derecha en cuanto a evolución del coche se refiere. A estos dos equipos se le suma la llegada del mencionado McLaren. Los de Woking han dado un salto enorme con respecto al inicio del 2023 y ya están entre los favoritos por ser el mejor del resto.
Los recursos son limitados. La nueva normativa establece un límite presupuestario a los equipos y ese será el gran palo entre las ruedas de Ferrari. Es por este motivo por lo que los italianos pondrán toda la carne en el asador en su Fórmula 1 número 70, el proyecto 676.
De este modo, la escudería roja romperá con el SF-23 de Mattia Binotto y Frédéric Vasseur ya se prepara para hacer 'su' primer coche. El team principal francés se encuentra en conversaciones constantes con Enrico Gualtieri, responsable de motores, y Enrico Cardile, responsable del chasis y próximo director técnico, con el objetivo de conocer al detalle las nuevas líneas maestras que deberán llevar de nuevo a la gloria al equipo más laureado de la competición.
La hoja en blanco tiene un referente claro: el RB-19. El monoplaza de Red Bull domina la actual Fórmula 1 con mano de hierro. 12 de 12 en carreras ganadas y con un amplio colchón. El mayor punto a modificar en Maranello es el sistema de suspensión, centrándose en la parte delantera, y mejorar la gestión de las gomas.
La unidad de potencia será el único elemento que se mantenga. Los propulsores se encuentran 'congelados' hasta que entre en vigor el nuevo reglamento de 2026. Pese a ello, aún se puede perfeccionar y potenciar la eficiencia eléctrica, es decir, poder disfrutar durante más tiempo de esta potencia extra. No obstante, aún existen ciertos detalles aerodinámicos que pueden mejorar el rendimiento y fiabilidad motor como el sistema de refrigeración. Un sistema que recientemente ha modificado Red Bull con unas tomas de aire muy pequeñas que parecen haber dado buen resultado.
El tiempo corre en contra de Ferrari. El presupuesto es limitado. Y el proyecto es ambicioso. Los italianos deberán dar con la tecla si quieren acabar con sus años de sequía. Para ello no solo debe mejorar, si no que debe hacerlo más que Mercedes, Aston Martin, Red Bull y compañía.