MIGUEL MOLINA PASA DEL GTE AL LMH
La emporada 2023 comenzará con dos pilotos españoles con opciones de convertirse en ganadores de Le Mans y del Mundial de Fórmula 1 defendiendo los colores de Ferrari. Miguel Molina será uno de los seis responsables que pilotarán las dos unidades del Ferrari 499P LMH en el WEC.
Demostró ser sobradamente competitivo al volante del Ferrari 488 GTE, prácticamente todo un seguro durante años y eso le ha valido para dar un paso más hacia delante. Miguel Molina fue confirmado este martes como uno de los seis pilotos que tratarán de llevar de nuevo a la gloria a Ferrari en las 24 Horas de Le Mans al volante del nuevo Le Mans Hypercar de la compañía italiana, el Ferrari 499 P LMH.
Molina compartirá coche en este caso con Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, los tres compitiendo en la unidad que llevará el dorsal número #50 tanto en las 24 Horas de Le Mans, como en las otras citas del calendario del Campeonato del Mundo de Resistencia, el cual comienza a mediados del mes de marzo con motivo de las 1.000 Millas de Sebring, primera ocasión en la que veremos en el mismo circuito a la maquinaria de los LMDh que compiten en el IMSA junto a todos los vehículos del WEC.
El otro coche será también para los veteranos dentro del programa que ha llevado AF Corse dentro de la categoría GTE Pro, Alessandro Pier Guidi y James Calado, completado por un fichaje de relumbrón como es el caso del expiloto de Fórmula 1, Antonio Giovinazzi. El transalpino no ha hecho seguramente la aproximación que todos esperábamos después de quedarse sin asiento en el Gran Circo tras la temporada 2021.
Sus proyectos al año siguiente fueron los de ‘sufrir’ un complicado año de adaptación en el Mundial de Fórmula E junto al equipo Dragon-Penske, en lugar de prepararse para su salto a la Resistencia compitiendo con el proyecto de AF Corse en LMP2. Los tres serán los encargados de portar el Ferrari con el #51 estampado en sus laterales.
Miguel Molina ha sido uno de los pilotos encargados durante el último año de probar en pista durante los test el nuevo Le Mans Hypercar de Ferrari, por lo que era uno de los nombres candidatos a competir en uno de los asientos titulares: "Estoy encantado de tener esta oportunidad y quiero agradecer a Ferrari por creer en mí. Correr en la máxima categoría del WEC es uno de los logros deportivos más significativos de mi carrera. Es un placer representar a Ferrari en un año importante, 50 años desde su última carrera en la máxima categoría del campeonato mundial. Las palabras no pueden explicar cómo me siento porque este objetivo representa la cima de mi carrera y un sueño que he perseguido durante mucho tiempo".
Sus resultados en el pasado, su experiencia en campeonatos como el DTM o el WEC, y el conocimiento del funcionamiento interno de las Gestione Sportivas tanto de AF Corse como del departamento de GT’s de Ferrari, han hecho que Miguel Molina sea una de las opciones más lógicas para tratar de devolverle a los de Maranello a la gloria en la clásica francesa cuando se cumplen precisamente 50 años sin que Ferrari dispute la disciplina de la Resistencia al máximo nivel y con un equipo oficial.