La firma de la estrella no tiene previsto abandonar el Campeonato del Mundo
Aunque los rumores hablaban de una posible venta, Daimler está decidida a afianzar la relación entre AMG y la escudería de Fórmula 1.
Después del anuncio de Honda de la semana pasada, el paddock del Mundial de Fórmula 1 no estaba preparado para más sustos. Llegados a Nürburgring, estaba claro que en la reunión de Daimler se iba a sacar dentro de la orden del día, la continuidad de la escudería de la estrella en el Gran Circo. Por el momento, desde Liberty Media y la FIA podrán respirar tranquilos, ya que la decisión por parte de los alemanes sigue siendo la de buscar un futuro brillante en la competición de los grandes premios.
Ola Kallenius, presidente y director ejecutivo de Daimler AG, presentó el nuevo plan estratégico a los analistas de Stuttgart, en el que curiosamente la compañía ha decidido replicar en parte la estrategia que están siguiendo recientemente en SEAT o Renault, buscando estrechar los lazos de las actividades en competición con las marcas o subdivisiones del Grupo que precisamente están más orientadas a la producción de vehículos deportivos, como son los casos de Cupra y Alpine.
De esta forma, la estrategia de Daimler apunta a que los lazos que unen a AMG y la escudería dirigida hasta el momento por Toto Wolff estarán mucho más ligados, con un trasvase por parte de los ingenieros de la estructura de competición hacia los proyectos de la marca para construir vehículos de carretera, aprovechando de paso la introducción del techo presupuestario a partir de 2021 que a buen seguro afectará al personal dedicado íntegramente tanto al equipo en Brackley como en la sede de motores de Brixworth.
De esta forma, Mercedes-Benz debería dejar más protagonismo a la división deportiva, mientras que los productos de calle lucirán seguramente más orgullosos ese pedigrí de carreras, tal y como sucede con el Project One, el hiperdeportivo híbrido que tarde o temprano llegará a manos de sus clientes.
“Usaremos el desarrollo tecnológico de la Fórmula 1 para coches híbridos de alto rendimiento e impulsaremos nuevas tecnologías en el futuro que se encontrarán en los AMG. Con el Project One hemos tomado el motor de Fórmula 1 y lo estamos poniendo en la carretera. Es natural, por lo tanto, explotar aún más la tecnología de la Fórmula 1 para llevarlo a los AMG en el futuro” declaraba Ola Kallenius.
Honda abierta a dejarle a Red Bull sus motores
Fue la noticia que zarandeó la engañosa estabilidad de la Fórmula 1. Honda anunció que se marcharía a finales de 2021, dejando a Red Bull Racing y AlphaTauri sin motores. Debemos recordar que la FIA creó una norma por la que obligaba a que los motoristas no pudieran ejercer su particular “derecho de admisión” y que no dejaran a las escuderías clientes sin posibilidad de contar con una Unidad de Potencia. Esta regla permitiría a las escuderías de los toros rojos tener un motorista por un precio ya pactado de 12 millones de euros si finalmente se prorroga esta cláusula que en principio iba a durar hasta 2020.
Teniendo en cuenta que hay tres motoristas para 10 equipos y que Ferrari, Mercedes-Benz y Renault tienen sus propios equipos de fábrica, mientras que Williams, McLaren y Racing Point parecen estar listas para seguir con los propulsores alemanes, y nada hace pensar que HAAS o Alfa Romeo vayan a dejar los italianos, sería la firma del rombo la que en teoría debería claudicar y acoger a las dos escuadras que no tienen mecánica.
Sin embargo, se están planteando otros escenarios, siendo el más extremo obviamente el que el propio Helmut Marko destacaba, apuntando a que no se descarta la opción de que Dietrich Mateschitz decida abandonar la Fórmula 1, confirmando que, a pesar de haber firmado recientemente el Acuerdo de la Concordia: "podemos cancelar el pacto anualmente. Existe la opción de abandonar a final de cada temporada". La posibilidad de que Red Bull Technologies produzca su propia Unidad de Potencia a estas alturas parece inasumible, sin las instalaciones necesarias para ello creadas, aunque se podría optar por comprarle a Honda los derechos de utilización y renombrar una vez más el propulsor como ya ocurriera con Renault y el acuerdo firmado con Tag-Heuer.