Ya nada es como antes. Basta con ver en qué se ha convertido con el paso de los años la Carrera de Campeones. Desde luego, cuando abandonaron Canarias y pasaron a celebrar este evento en estadios asfaltados
esta fiesta del motor se abrió a los pilotos de circuitos y un nuevo público. Pero celebrar la edición 2016 ya en 2017, en un estadio de béisbol y coincidiendo con el Monte-Carlo... Curiosa evolución para una prueba que sigue portando como apellido el nombre del añorado piloto de rallies Henri Toivonen. El caso es que Miami albergó este pasado fin de semana la edición 2016 de la Carrera de Campeones y la Copa de Naciones.
Y lo hizo con dos claras estrellas: Juan Pablo Montoya y Sebastian Vettel. El colombiano se impuso en el evento individual y el alemán hizo lo propio en la competición por equipo, donde se quedó solo representando los colores de Alemania
por un fuerte accidente de quien debía ser su compañero, Pascal Wehrlein.
El nuevo piloto de Sauber volcó al volante de un triciclo Polaris Slingshot SLR cuando se enfrentaba a Felipe Massa en la jornada del sábado y, aunque en un principio no sufrió lesiones de gravedad,
por precaución se optó por apartarlo de la competición por equipos del domingo. Y así fue como Vettel se quedó sin compañero. Pese a la reunión de estrellas en Miami
resultó curioso ver a cuatro pilotos retirados o casi retirados colarse en las semifinales de la Carrera de Campeones propiamente dicha: Montoya, que este año sólo afrontará un programa reducida en IndyCar, batió a Felipe Massa para acceder a la final, mientras que en la otra semifinal se enfrentaron Tom Kristensen y David Coulthard, con victoria para Mr. Le Mans. Y finalmente la victoria se decantó a favor del polivalente colombiano, que ganó la manga definitiva al volante de un KTM X-Bow y se impuso así en su primera participación en este evento. El domingo se disputó una Nations Cup
algo diluida por la escasez de pilotos europeos, lo que hizo que hubiera hasta tres equipos estadounidenses (IndyCar, NASCAR y Rally X), así como uno de Colombia y otros dos de Latinoamérica y Canadá completados por aficionados y pilotos amateurs ganadores de un concurso celebrado por la organización. Tras la fase de grupos, a las semifinales accedieron los equipos de Estados Unidos compuestos por pilotos de IndyCar y NASCAR, Colombia y Alemania después de que Vettel batiera a Gran Bretaña y el equipo nórdico compuesto por Solberg y Kristensen.
Posteriormente el cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1 se cargó también a Colombia, mientras que del duelo fratricida entre pilotos norteamericanos salieron victoriosos los hermanos Kyle y Kurt Busch, con quienes se enfrentó en la final y
a quienes Vettel no dio opción alguna. Se trata de la séptima victoria de Alemania en la Nations Cup, todas ellas posteriores a que el evento pasase a ser celebrado íntegramente sobre asfalto. Esta Carrera de Campeones se cerró con una competición novedosa y bastante especial que enfrentó a los pilotos estadounidenses allí presentes con los del resto del mundo, recordando a competiciones como la Ryder Cup de golf. En ella Petter Solberg dio a los visitantes el punto definitivo al batir a otro piloto que tiene el rallycross como su disciplina principal en estos últimos años, el expiloto de F1 Scott Speed.