Kalle Rovanperä vuelca y se quedará con la espina de no ganar en Finlandia

Se esperaba un Rally de Finlandia de alto voltaje y finalmente se han confirmado todas las previsiones. Si Estonia se saldó con muy pocos abandonos a lo largo de todas las jornadas competitivas, especialmente en referencia a los participantes dentro de la categoría absoluta, lo que nos encontramos en el primer día de la cita norteña fue una criba que afectó a todos los equipos de fábrica, incluido al líder de la general y el que estaba siendo hasta ese momento el gran candidato a llevarse el triunfo en la antepenúltima prueba sobre tierra de la temporada.

No pudo empezar peor la situación para M-Sport Ford este fin de semana. El equipo con sede en Cumbria repetía lo sucedido en México y se quedaba en un tramo sin todos sus representantes, algo que evidentemente referenciaba al abandono de Ott Tänak y Pierre-Louis Loubet de una tacada. El equipo, que compite este año con una alineación reducida después de la contratación del Campeón del Mundo de Rallies de 2019, se encontraba en el TC3 con las dos unidades del Ford Puma Rally1 fuera de carrera, siendo especialmente complicada la situación para el piloto estonio, que encadena por segunda prueba consecutiva problemas de motor.

Tänak comenzó a moverse a velocidad muy lenta a través del tramo hasta el punto que se le pudo ver utilizando únicamente el modo eléctrico. La pareja estonia, que había conseguido terminar el jueves líder tras comandar la superespecial urbana de Harju, buscaba este fin de semana un cuarto triunfo en el Rally de Finlandia que le permitiera meterse directamente en la lucha por el campeonato. Sin embargo, con el abandono definitivo ya para lo que resta de prueba, la brecha respecto a Kalle Rovanperä parece difícil de neutralizar cuando restan cuatro pruebas más para terminar la campaña.

Sin embargo, quedaban más elementos de drama por venir para M-Sport. Apenas unos minutos más tarde, en el mismo tramo, Pierre-Louis Loubet se iba demasiado largo en una curva de derechas y arrancaba la rueda trasera izquierda al contactar con una piedra de la cuneta. Dos retiradas a la que se sumaría en el último tramo del bucle matinal la de Esapekka Lappi, también por salida de pista y chocar contra un árbol, con el finlandés y su copiloto Janne Ferm, resultando ilesos del percance.

Todavía quedaba un giro más de guion, en este caso el mayor, con la pareja protagonista, concretamente la formada por Kalle Rovanperä y la de Jonne Halttunen, los cuales se quedaban fuera de carrera en el TC8, cediendo el liderato a manos de Elfyn Evans. Los vigentes campeones mundiales sufrían el único desliz de la jornada, metiendo las ruedas traseras en una cuneta y viéndose atrapados por el barro. El Toyota GR Yaris Rally volcaba después de clavar el morro en la tierra. Ambos resultaban ilesos, pero en el camino se habían quedado sus ilusiones de vencer su primer 1.000 Lagos, cuestión de estado para los miembros del elitista club de los ‘Finlandeses Voladores’.

El dominador de la prueba acababa de quedarse fuera de carrera y esto dejaba vía libre para que Elfyn Evans comandara la general, con poco más de seis segundos sobre un Thierry Neuville que había conseguido recuperarse en lo que había sido un pequeño bache que le había llevado incluso a hacer peligrar su posición del podio ante un inspirado Takamoto Katsuta que fue a menos según iban pasando los kilómetros en el bucle vespertino.

Con una criba tan grande, el japonés ocupa el último escalón provisional, perseguido a poco más de 12 segundos por un Teemu Suninen que ya ha logrado una gran aclimatación con el Hyundai i20 N Rally1, mientras que Jari-Matti Latvala, quinto, buscará completar la prueba por encima de todo después de que el ‘jefe’ Akio Toyoda, le concediera esta oportunidad. El antiguo CEO de Toyota Motor Corp. está precisamente en la prueba ocupando las tareas de director de equipo de forma ‘interina’, para que Latvala pueda estrenarse al volante del híbrido en su prueba de casa.