Para la
Fórmula V8 3.5, la temporada 2016 ha sido, está siendo y será una temporada muy difícil. Tras perder el apoyo de Renault que la mantuvo como Fórmula Renault 3.5 entre 2005 y 2015, el campeonato se enfrentaba al desafío de . De momento lo hace, aunque sea con trece coches en la última carrera. Además,
2017 pinta muy bien.
La temporada 2016 comenzó con un dominio claro de Tom Dillmann, piloto francés con experiencia en el certamen y que encuadrado en el equipo español AV Fórmula parecía tenerlo todo de cara para llevarse el título. No en vano el ex-piloto de GP2 era el mayor favorito incluso antes de comenzar la temporada, teniendo en cuenta que sus rivales eran debutantes y pilotos poco competitivos de años anteriores. Pero para sorpresa general,
Dillmann ha ido encontrando con el paso de las carreras varios rivales que le han plantado cara. De hecho, en las diez primeras carreras del campeonato se han visto siete ganadores distintos y la diferencia entre el segundo y el sexto clasificado de la genteral es de tan solo 27 puntos. Claro que Dillmann está 32 puntos por delante de ese segundo clasificado, Roy Nissany.
Una ventaja clara, sí, pero que ha ido disminuyendo con el paso de las últimas carreras. A falta de cuatro citas para el final -o lo que es lo mismo, ocho carreras-, todo está aún por decidir. Lo que no está claro es quien será el encargado de presentar batalla, si es que alguien lo consigue de verdad. Nissany parece estar en forma ahora pero antes lo estuvieron Egor Orudzhev y Louis Delétraz. En medio encontramos a pilotos como René Binder o Aurélien Panis, carentes quizás del talento de los mejores pero que han fallado muy poco. Las citas del Red Bull Ring y Monza deberán ser interesantes por darse en trazados que suelen garantizar los adelantamientos y los duelos de velocidad con muchos rebufos de por medio. Todo esto,
sin olvidarnos del final español con citas en Jerez y Barcelona.
Pero si el 2016 está interesante a pesar de los pocos monoplazas en pista, el año que viene tiene que ser mejor aún. El motivo, la asociación entre RPM -organizadora del campeonato- y el WEC, el campeonato del mundo de resistencia.
En 2017, la Fórmula V8 3.5 hará de telonera del mundial de resistencia en seis de los nueve eventos de este certamen. Por lo tanto, sabemos que
el año que viene la Fórmula V8 3.5 irá con el WEC a lugares tan remotos como Fuji, Ciudad de México y Bahréin además de acompañarles también en tres citas europeas en Silverstone, Spa-Francorchamps y Nürburgring. Pero la asociación va más allá y traerá premio especial para los tres primeros clasificados del campeonato una vez finalizada la temporada.
Estos tres primeros clasificados tendrán la posibilidad de acudir a los test de jóvenes talentos del WEC en Bahréin a finales de año para probar con equipos de LMP1, LMP2 y LMGTE, abriéndose la puerta a futuros contratos. Un premio suculento que junto al hecho de acompañar al WEC, seguro que atraerá el interés de muchos. Y en un momento donde la GP2 y la GP3 son fuertes en relación a la Fórmula 1, la decisión por parte de Jaime Alguersuari y RPM es inteligente.