Stoffel Vandoorne y Yuji Kunimoto fueron los últimos pilotos en , en la quinta cita del campeonato hace apenas dos semanas. Con un total de seis ganadores distintos en seis carreras, siendo tres de ellos vencedores primerizos, en algún momento tenía que terminarse la racha.
El encargado de poner fin a la locura fue Yuhi Sekiguchi, debutante de oro que dio en Sugo toda una lección de pilotaje y sobre todo, tesón. El Sportsland SUGO, circuito donde se disputaba la sexta ronda de la temporada -séptima carrera-, es un trazado que rompe con todo lo establecido en el campeonato.
Un circuito pequeño pero especialmente rápido, con pocas escapatorias, con un aspecto y un carácter de la vieja escuela que enamora y a pesar de no dar muchas oportunidades de adelantamiento, suele traer carreras espectaculares. La del pasado fin de semana no fue una excepción. Con Yuhi Sekiguchi, la gran sorpresa de la temporada, en pole position, muchos presagiaban un dominio del hombre del Team Impul. Durante la primera mitad de carrera no hubo nada que fuera contra el guión establecido. Sekiguchi mandaba sin rival y los demás pilotos iban parando a boxes uno a uno para realizar sus repostajes necesarios. Pero
el trompo de João Paulo de Oliveira -irónicamente compañero de Sekiguchi- causó la salida del coche de seguridad y lo puso todo del revés.
Sin previo aviso, Sekiguchi se encontraba en línea de meta con el coche de seguridad delante. Su gran ventaja había jugado en su contra y al salir el coche de seguridad, este lo había hecho una vez el nipón había pasado la entrada del carril de boxes.
Todos los demás pilotos realizaban sus paradas y la situación de carrera dejaba a Sekiguchi en cabeza, sin ventaja... y con una parada por hacer. El camino a tomar solo podía ser uno: marcar el ritmo hasta parar a boxes. Habría sido normal esperar que Sekiguchi aguantara diez o quince vueltas más, que volvier a pista entre los diez primeros... pero lo que nadie imaginaba era que
Sekiguchi era capaz de sacar a sus rivales cerca de un segundo y medio por vuelta y que pararía a falta de diez de las 68 vueltas para el final. Evidentemente, las matemáticas resuelven el enigma y cuando el piloto más sorprendente de la Super Fórmula en los últimos años finalmente paró para repostar, volvió aún en cabeza. Fue algo espectacular que llevó a su impertérrito jefe de equipo, Kazuyoshi Hoshino, a declarar que su piloto tiene nivel de sobras para estar en la Fórmula 1. Exageración o no, lo que está claro es que la actuación de Sekiguchi fue una de las más espectaculares de todo el automovilismo a lo largo de 2016. Tras él, Daisuke Nakajima pilotó una carrera especialmente sólida para ser segundo, mientras Tomoki Nojiri finalizó en tercera posición, defendiéndose de ambos pilotos del equipo TOM'S.
Stoffel Vandoorne tuvo que conformarse con ser sexto.
Pero quizás lo más interesante venga con la situación del campeonato antes de llegar a la última cita que se disputará a finales de mes en el circuito de Suzuka con dos carreras. Tal y como acabó la carrera en Sugo,
se llegará a la última ronda del certamen con hasta doce pilotos con opciones matemáticas de llevarse el título. Y podrían haber sido trece, de no haberse recuperado Sekiguchi de la espectacular forma como lo hizo.
Entre Yuhi Sekiguchi y Daisuke Nakajima, nuevo líder del campeonato y duodécimo clasificado respectivamente, hay "solo" dieciséis puntos y medio, mientras que en Suzuka habría dieciocho puntos posibles para un piloto que ganara las dos carreras y se hiciera con las dos pole position. Evidentemente, no debería suceder, aunque el referente de Naoki Yamamoto está presente en la mente de muchos. En 2013 necesitaba recortarle 13 puntos a André Lotterer para llevarse el título... y lo hizo. Aún así,
la lógica dicta que Solo los seis primeros clasificados son candidatos reales, siendo optimistas. La lucha se centrará sobre todo en Yuhi Sekiguchi, Yuhi Kunimoto y André Lotterer. Aunque la ventaja del primero de cuatro puntos y medio sobre el segundo -a efectos prácticos, cinco puntos- puede ser decisiva para que sea el debutante, quien se lleve el título. Tras un año de locos en la categoría más importante de monoplazas en Japón, Suzuka promete dar espectáculo una vez más.