El padre el Lance Stroll pasaría a ser el principal propietario de la marca británica.
Aston Martin podría regresar a la Fórmula 1 con el mítico color British Racing Green por primera vez desde 1960.
Se viene el retorno de un nombre mítico en la Fórmula 1 y no es el que cualquiera tendría en mente. Se trata de Aston Martin, que podría regresar a la categoría reina de la forma más inesperada posible; en forma de cambio de nombre del actual Racing Point propiedad de un consorcio liderado por Lawrence Stroll, padre de Lance. Sería precisamente el propio Stroll (padre) quien compraría un porcentaje de la marca suficiente como para controlar su destino y virarlo hacia la F1.
Parte del motivo de la posible compra de Aston Martin por parte de Stroll sería la caída del valor económico de la marca durante este 2019 en más de un 70% tras una pérdida de 80 millones de libras en los primeros seis meses de 2019. En caso de producirse ese acuerdo y acabar Racing Point con el cambio de nombre a Aston Martin, la consecuencia inmediata sería el retorno de una decoración “British Racing Green”. Para la marca, usar los motores Mercedes en Fórmula 1 complementaría su ya existente asociación en el apartado de calle.
Además, Aston Martin estableció hace doce meses un centro de ingeniería en Silverstone que está especialmente cerca de la base del actual Racing Point. Pero la jugada podría tener repercusiones que se extenderían tanto en la Fórmula 1 como en el Campeonato del Mundo de Resistencia. En concreto, el equipo afectado sería un Red Bull cuyo patrocinador principal es precisamente… Aston Martin.
Red Bull colaboró con Aston Martin en un ‘hypercar’ llamado como Valkyrie que tiene previsto estar en el Campeonato del Mundo de Resistencia en 2020-21 y está por ver cómo gestionaría la marca británica todas estas existentes asociaciones pasadas y potenciales futuras. A fin de cuentas, es difícil imaginar a Aston Martin Racing compitiendo con Aston Martin Red Bull Honda.
A nivel de legado de Fórmula 1, Aston Martin recuperaría su presencia en la categoría reina del automovilismo por primera vez desde el Gran Premio de Gran Bretaña de 1960, cuando Roy Salvadori y Maurice Trintignant tomaron parte en la carrera con un DBR5. Un año antes, el propio Salvadori estuvo acompañado en cuatro carreras por el mítico Carroll Shelby en un DBR4.