Kazuki Nakajima ganó las 500 millas de Fuji en su primera aparición tras ganar Le Mans.
La primera edición de las 500 millas de Fuji estuvo plagada de sorpresas en una carrera con éxito de Lexus y lágrimas de Nissan.
El Super GT es la categoría de automovilismo más popular en Japón, con unas audiencias que en las grandes carreras como los 500 km de Fuji, las 500 millas de Fuji y los ya desaparecidos 1000 km de Suzuka llegaban a rivalizar con las de la Fórmula 1. Tan popular es, que su presencia en el mundo de los videojuegos inspiró a una generación de pilotos… japoneses e internacionales. Jann Mardenborough, ganador del programa GT Academy en 2011 que llevaba al mejor jugador de Gran Turismo a la competición real, creció con el sueño de competir con el famoso Nissan Skyline con los colores de Calsonic.
El pasado fin de semana en el circuito de Fuji, la primera edición de las 500 millas de Fuji estuvo a punto de vivir el sueño cumplido de este joven piloto de Cardiff, pero la mala fortuna a través de los problemas técnicos de su Nissan GT-R azul le dejaron con lágrimas en los ojos. Muy distintas fueron las lágrimas de Yuhi Sekiguchi, piloto del Lexus número 36 del equipo TOM’S, que se bajó del coche tras ganar la carrera recordando cómo se había quedado sin carburante en la última vuelta en la anterior carrera en Tailandia. Sekiguchi compartió la victoria con su compañero, un Kazuki Nakajima que disputó su primera carrera desde las 24 horas de Le Mans, logrando un nuevo triunfo.
El campeonato llegó a los pies del Monte Fuji para disputar la quinta carrera de la temporada del Super GT, primera de la segunda mitad del calendario. En el paddock se hablaba tanto de la carrera como del futuro del campeonato, que parece que tendrá su carrera europea conjunta con el DTM en Alemania. También se habla de un posible campeonato chino con los coches del Class 1. En cualquier caso, todo ello quedó en segundo plano cuando en los entrenamientos libres, Yuji Tachikawa sufrió un fallo de frenos a 290 kilómetros por hora. Milagrosamente, se saldó con un pie hinchado y un coche hecho trizas.
Aún más milagrosamente, el equipo tuvo el coche reparado para la carrera del día siguiente, aunque no hubiera tiempo para arreglarlo correctamente. Incluso un ‘cojo’ Tachikawa estuvo en pista, compartiendo su máquina con Hiroaki Ishiura. En cuanto a la parrilla, Nissan dominó con una espectacular pole position para el equipo NISMO y con sus cuatro coches entre las cinco primeras posiciones. Con Lexus en posiciones que les permitían luchar por la victoria, solo Honda parecía totalmente fuera de juego, víctima de las altas temperaturas que no les ayudan.
La carrera comenzó con los coches 23 y 24 de Nissan en las dos primeras posiciones, mientras Lexus se situaba en tercera y cuarta posición. Pero la mejor actuación del día fue sin duda para la máquina número 12 del Team Impul. El Nissan azul de Calsonic usó la estrategia a la perfección y se hizo con el liderato en la vuelta 55 de 177 después de situarse segundo tras las paradas y adelantar al líder en pista. Mardenborough lo tenía todo de cara para cumplir el sueño con lo que habría sido el resultado más importante para un piloto ganador de la GT Academy junto al segundo puesto en la clase LMP2 de Lucas Ordóñez en las 24 horas de Le Mans de 2011.
Los problemas del coche líder de Mardenborough llegaron después de la última ronda de paradas, a poco del final, dejando a los dos Lexus del equipo TOM’S en las dos primeras posiciones. A pesar de una distancia reducida entre ellos en las últimas vueltas, no hubo pelea y el sentido común llevó a Nakajima y Sekiguchi a llevarse la victoria. Mientras tanto, Ryo Hirakawa y Nick Cassidy fueron segundos y tras ser campeones en 2017, ahora toman el liderato. La tercera posición fue para Koudai Tsukakoshi y Takashi Kogure en el primer Honda. De hecho, los coches de esta marca se beneficiaron de los múltiples problemas técnicos de la jornada, permitiendo que Jenson Button logró un decente quinto puesto a pesar de una sanción que el británico apuntó como injusta.
En la clase GT300, el triunfo fue para el BMW M6 GT3 número 55 del equipo ARTA, lo que permite que la única estructura de la marca bávara recuepre la delantera en la general. La segunda posición fue para Nobuteru Taniguchi y Tatsuya Kataoka en el adorado Mercedes AMG GT3 de Goodsmile Racing con los colores de Hatsune Miku. El tercer peldaño del podio lo ocuparon Kohei Hirate y Koki Saga, pilotos del Toyota Prius de apr. La próxima cita del calendario llegará los días 15 y 16 de septiembre, pero el Super GT mirará muy de cerca la cita de las 10 horas de Suzuka del 25 y 26 de agosto, con varios de sus pilotos en coches del campeonato.