La compañía italiana se queda de esta forma sin su consejero delegado
El fabricante italiano se verá obligado a realizar su segunda gran reorganización en dos años después de que Camilleri sustituyese a Sergio Marchionne.
Será un fin de semana extraño en Ferrari. La escudería italiana disputa la última cita de la temporada en el Mundial de Fórmula 1 sin su jefe de filas, Mattia Binotto, el cual ha regresado desde Bahréin a Italia por un problema de salud que no está relacionado con el COVID-19. De esta forma, será el director deportivo, Laurent Mekies, el que se encargará de despedir el año desde el box del Circuito de Yas Marina, Abu Dhabi, capeando el temporal en una temporada en la que el equipo a lo máximo que aspira es a la quinta posición de constructores, algo para lo que necesitará terminar el año con un doblete.
A punto de completar un año en blanco, sin victorias y lejos del Campeón entre las escuderías, Mercedes-AMG F1, Ferrari encajaba otro duro golpe en las últimas horas al conocerse que el consejero delegado de la marca, Louis Camilleri decidía dimitir de su cargo dentro de la compañía con efecto inmediato, algo que también afectará a su puesto dentro de Philip Morris International, donde conservaba la posición de presidente de la famosa tabacalera.
Aunque se ha alegado a “razones personales” para tomar esta decisión, se ha podido saber que Camilleri recientemente se estaba recuperando tras superar el COVID-19tras haber estado un tiempo hospitalizado. Louis había llegado el cargo en julio de 2018, justo después de conocerse el fallecimiento de Sergio Marchionne tras luchar con una larga enfermedad. La llegada de Camilleri coincidía con el cambio de dirección también en la Scuderia Ferrari, promocionando a Binotto a la dirección que hasta ese momento había ocupado Mauricio Arrivabene.
El presidente ejecutivo de Ferrari, John Elkann, actuará a partir de ahora como director general interino mientras la junta comienza la búsqueda del sucesor de Camilleri, del cual se asegura que su vida no corre peligro a pesar de que todavía está afrontando su recuperación. Elkann es descendiente de la familia Agnelli de Italia y director ejecutivo de Exor, empresa de inversión que controla Ferrari con el 36 por ciento de sus derechos de voto y una participación directa del 23%.
Louis no solo estaba respaldando las actividades deportivas de Ferrari, tanto en la Fórmula 1 como el estudio de regresar a Le Mans con un Hypercar, sino que también estaba siendo el encargado de dirigir la transición hacia la hibridación de la compañía en uno de los momentos más exitosos para el fabricante, alcanzando máximos históricos en la cotización en Bolsa.
"Ferrari ha sido parte de mi vida y servir como su director ejecutivo ha sido un gran privilegio", dijo Camilleri. “Mi admiración por los extraordinarios hombres y mujeres de Maranello y por la pasión y dedicación que aplican a todo lo que hacen, no conoce límites. Estoy orgulloso de los numerosos logros de la compañía desde 2018 y sé que los mejores años de Ferrari aún están por llegar".