La reglamentación conjunta con el IMSA quiere atraer fabricantes
ACO e IMSA estrecharon sus manos y confirmaron un nuevo futuro común para devolver a la resistencia a lo más alto.
El pasado viernes, los responsables del IMSA convocaban a los medios para realizar uno de los grandes anuncios que ha presentado la disciplina de la resistencia en la última década. Aprovechando el foco mediático que siempre suponen las 24 Horas de Daytona, una de las grandes del automovilismo norteamericano, se decidía dar vía libre a lo que muchas partes habían pedido a gritos: la creación de un reglamento conjunto que pudiera situar bajo el mismo paraguas a la categoría reina del IMSA y a la del ACO/FIA.
Dicho y hecho. Tras semanas de negociaciones, ambos organismos referencia en las carreras de resistencia confirmaban que la nueva reglamentación bautizada como LMDh contaría con ambos conceptos de vehículos, permitiendo que Hypercars y DPi 2.0 puedan competir entre ellos a ambos lados del charco, tanto en el Mundial de Resistencia, como en el IMSA WeatherTech SportsCar Championship.
Las fechas de debut de esta normativa técnica son de septiembre de 2021 en el WEC y enero de 2022 en el campeonato norteamericano, algo que en principio dará tiempo a los responsables para la redacción minuciosa del reglamento, el cual debe permitir que se pulan esos detalles principales.
Aunque será en Sebring cuando se conozcan más detalles acerca de la normativa LMDh, ya se ha podido conocer que seguirán contando en el nuevo chasis común LMP2 que emplearán ACO e IMSA (cuatro fabricantes confirmados: Dallara, Ligier, Multimatic y ORECA), así como una silueta derivada del vehículo de competición y el empleo de un sistema híbrido con KERS que será estándar para todos. Obviamente quedan flecos por atar, como la necesidad de que estos vehículos sean claramente más competitivos que los LMP2 tradicionales.
¿Qué fabricantes puede atraer la normativa LMDh?
La oportunidad de compartir reglamentación en sus categorías reinas en ambos campeonatos permite que pueda haber mayor interés por otros fabricantes que tengan intereses comerciales tanto en Europa como en Norteamérica. En estas condiciones, es difícil imaginar que Cadillac o Acura vayan a decidir traspasar fronteras estadounidenses para tener presencia en el Mundial de Resistencia porque precisamente se trata de fabricantes que están establecidos en el país de las barras y las estrellas.
Más allá, otras firmas como Mazda, McLaren, Ford o Porsche han expresado su interés en esta nueva reglamentación (también en algún momento Hyundai o Lamborghini), especialmente que se calcula que los prototipos LMDh podrían tener un coste incluso inferior al de los GTE/GTLM. Por el momento, Le Mans ya tiene confirmadas las presencias de Toyota GAZOO Racing, Aston Martin y Peugeot Sport.