POLE POSITION PARA EL DE RED BULL
La carrera corta en Austria contará de nuevo con Max Verstappen saliendo al frente del pelotón, mientras que los McLaren presumen de ser la principal fuerza rival después de que Ferrari haya estado lejos del ritmo y con los Aston Martin fuera de la SQ3.
Como suele ser habitual, el Gran Premio de Austria siempre tiene reservada una bonita lucha a la milésima en clasificación. Este fin de semana con formato al sprint además lo hará por partida doble, teniendo ya la primera entrega de la lucha este viernes, día en el que se ha terminado la parrilla de cara a la carrera corta de este sábado. Aunque fue finalmente Max Verstappen el que reclamó una nueva pole, la octava que consigue el neerlandés en estas Sprint Qualyfying, no ha sido del todo un día tranquilo para el piloto de Red Bull Racing ya desde los entrenamientos libres.
Y es que el tricampeón del Mundo tuvo un momento de nerviosismo en la FP1 cuando sufrió un problema de motor momentáneo que le llevó a detenerse en la recta de meta y que incluso obligó a sacar la bandera roja para que Verstappen pudiera salir de la posición de peligro en la que se encontraba. Tras ser remolcado a boxes y que el equipo hiciera un reseteo de la unidad de potencia, Max se dio el gustazo de salir de nuevo a la pista y terminar la única sesión de libres con el mejor tiempo.
Horas después, el líder del Mundial haría lo que mejor sabe hacer, una nueva pole batiendo por 93 milésimas al primero de los McLaren, de nuevo el de Lando Norris, el que cual se quedaba una vez más a un suspiro de superar a Verstappen en lo que ya empieza a ser una lucha habitual en los circuitos del Gran Circo, especialmente tras los duelos vividos en Miami, Imola, Canadá y el último fin de semana, en España. El 1:04.686 de Max era contundente, lo suficiente como para volver a apagar las opciones de los de Woking, mientras que los Mercedes se debían confirmar con la cuarta plaza de George Russell y la sexta de Lewis Hamilton, mientras que Carlos Sainz saldrá desde la tercera línea de parrilla.
A partir de ahí, nos encontramos los dos grandes descalabros, con Checo Pérez quedándose séptimo a 1,3 segundos del crono realizado por Verstappen en una pista como la austriaca en la que una diferencia así es abismal. Tras el mexicano (en parte obstaculizado por Esteban Ocon) se situaban la sorpresa de los Alpine, con Ocon superando a Gasly y con los dos pilotos normandos a su vez terminando por delante de un Charles Leclerc que ni siquiera pudo marcar un tiempo.
Todos los pilotos apuraron los intentos en SQ3 hasta los últimos tres minutos. Mientras que la cola iba saliendo por el Pit-Lane, Leclerc vio cómo su unidad de potencia se apagaba (contratiempo con el Anti-Stall o Anti-Calado) y tenía que apartarse ligeramente a la derecha mientras intentaba arrancar de nuevo su SF24. El monegasco lo consiguió gracias a la parte eléctrica del tren motriz híbrido, pero ya no llegaría a tiempo para poder hacer su intentona, lo que le dejó último de los 10 pilotos que entraron a esta última fase de la clasificación al sprint.
En cuanto al resto, los dos Aston Martin se quedaban fuera de la batalla por la pole position, con Fernando Alonso superado por Lance Stroll y con los AMR24 sin poder pasar de la 12ª posición que logró el canadiense. El asturiano ya había avanzado tras el GP de España que no esperaban nada brillante de este fin de semana en Spielberg, pero volver a caer en la segunda fase de la crono con ambos monoplazas vuelve a suponer todo un varapalo para el equipo con sede en Silverstone. Los dos coches saldrán justo detrás de Kevin Magnussen y por delante de Yuki Tsunoda y Logan Sargeant.
Precisamente el estadounidense fue la otra gran sorpresa del día, consiguiendo no sólo tener un billete para la SQ2, sino también que era la primera vez que superaba a Alex Albon. El británico tailandés era uno de los eliminados en la primera fase junto a Daniel Ricciardo, los dos Sauber y el HAAS de Nico Hülkenberg.