Teníamos a Audi, teníamos a BMW y sólo faltaba Mercedes-Benz. Pues bien, la marca de Stuttgart s
e unirá a sus eternos rivales en la Fórmula E a partir de la temporada 2019-2020, la sexta del organizado por Alejandro Agag. Eso sí, será a costa de despedirse del DTM después de tres décadas de participación. No era ningún secreto que la Fórmula E guardaba una vacante en su paddock para Mercedes en cuanto ésta quisiera probar suerte en las carreras de coches eléctricos y finalmente la marca alemana ha decidido dar el salto a partir de 2019. Una decisión que
consideran un "reposicionamiento estratégico" de sus actividades en competición. En principio coexistirán sus programas en Fórmula 1 y Fórmula E.
Para afrontar con las mayores garantías este nuevo reto, Mercedes ha querido poner fin antes a una duradera y exitosa relación con el DTM, certamen en el cual durante sus dos etapas (hasta 1996 y a partir del 2000) ha cosechado 10 títulos de pilotos, 13 de equipos y 6 de marcas,
además de ser clave en su refundación con la llegada del nuevo siglo. Con el joven Lucas Auer como punta de lanza esta temporada y aún todo 2018 por delante, la marca de la estrella buscará despedirse aumentando este palmarés. Además no podemos olvidar que su presencia en competición no se limitará a los monoplazas en el futuro pese a tratarse de sus dos grandes programas. Ahí está también
el importante brazo de carreras-cliente de AMG y sus numerosas victorias en GT. Al Mercedes-AMG GT3 se sumará muy pronto una versión GT4 con la que ampliar los logros deportivos y comerciales de este departamento.
Ahora se presenta un escenario tan emocionante como plagado de incógnitas. En el caso de la Fórmula E, su atractivo para las marcas resulta indudable al permitirles ligarse a una imagen verde y rentabilizar el desarrollo de tecnología eléctrica. Pero
no todas podrán ganar y algunas de las ya presentes sufrirán con el desembarco total de los fabricantes alemanes. Y en el caso del DTM, tendrá que tomar decisiones rápidas y acertadas. Bajo la batuta de Gerhard Berger el gran campeonato germano deberá
consultar con Audi y BMW su compromiso a largo plazo e intentar acelerar unas negociaciones con el Super GT japonés para establecer un reglamento común que vienen alargándose en exceso.