El pasado fin de semana el Circuit de Barcelona-Catalunya albergó la primera edición de su Festival de la Velocidad,
en el marco del cual se celebró la última prueba de las Blancpain GT Series 2016, el mayor . Se trataba de una cita al sprint, toda vez que la Endurance Cup finalizó un par de semanas antes en Nürburgring. Lo cierto es que
había más tensión por conocer el desenlace final del campeonato que lucha real. Dominik Baumann y Maximilian Buhk llegaban como líderes a Montmeló y su único rival real era Rob Bell, víctima de un rendimiento inferior de los McLaren en las últimas citas. Por ello a la pareja de Mercedes le bastó con un sexto puesto en la carrera de clasificación y un octavo en la definitiva para proclamarse campeones tanto por pilotos como por equipos (HTP).
McLaren siempre podrá presumir de que, además del subcampeonato de Rob Bell en la clasificación absoluta de las Blancpain GT Series 2016,
su 650S les llevó a conquistar la Endurance Cup, compuesta de las cinco pruebas de resistencia disputadas a lo largo de la temporada. Un par de victorias, en Monza y Paul Ricard, fueron decisivas para compensar unos resultados discretos y la cita final de Nürburgring. De hecho se da la curiosa circunstancia de que Shane van Gisbergen, compañero de Rob Bell y Côme Ledogar, no acudió a Nürburgring por compromisos en los Supercars australianos. Pero como
sus compañeros ni siquiera puntuaron en la última carrera los tres son campeones por un solo punto de ventaja con respecto a los hombres de HTP y campeones absolutos, acompañados en las carreras largas por Jazeman Jaafar. Y la clasificación por equipos se resolvió también a favor de tras un triple empate con WRT y Bentley.
Lógicamente en el Circuit de Barcelona-Catalunya quedaba también pendiente de resolución la Sprint Cup. Audi y WRT tuvieron que deshacer la exitosa pareja Enzo Ide-Christopher Mies ante la coincidencia de fechas con el ADAC GT Masters. Pero aún así la jugada les salió redonda: Mies se proclamó campeón alemán junto a Connor de Phillippi e
Ide brilló en Montmeló de la mano del siempre brillante Robin Frijns. El neerlandés protagonizó una salida espectacular en la carrera de clasificación que valió medio título para su popular compañero belga. Y el domingo Ide conquistó el título con un tercer puesto tras una bonita batalla entre Frijns y
Andy Soucek, que terminó la temporada con un segundo puesto junto a Maxime Soulet, su habitual compañero al volante del Bentley Continental GT3. Felix Rosenqvist y Tristan Vautier fueron los vencedores de esta carrera con un Mercedes. Pese a que las Blancpain GT Series son con casi total seguridad el mayor campeonato para GT3 del mundo, aún
quedan un par de citas importantes esta temporada para ese tipo de vehículos. En noviembre las calles de Macao volverán a acoger la Copa del Mundo de GT y en diciembre Sepang será el escenario de una prueba de 12 horas que cerrará el novedoso Intercontinental GT Challenge.