El asturiano ha completado su primer día de test con el Alpine A521
Tras apenas rodar 48 vueltas el viernes, Mercedes ha recuperado parte del tiempo perdido a pesar de una salida de pista de Lewis Hamilton
Tras haber acumulado apenas 48 vueltas completadas durante el primer día de test, Mercedes-AMG F1 estaba obligada a plantear este sábado como una jornada de mucha labor sobre el asfalto para recuperar el tiempo perdido. A pesar de tratarse en su mayoría monoplazas evolucionados de los que se emplearon en 2020, los cambios en la normativa del suelo, especialmente en la zaga, han obligado a que los ingenieros y diseñadores hayan afrontado cambios, por lo que estas tres jornadas de pruebas de pretemporada parecía que se podrían atragantar a más de uno… lo que no se esperaba es que fueran los dominadores de la era híbrida los que sufrieran los principales varapalos.
Era Lewis Hamilton el que daba el susto de la jornada. El británico, que se había mostrado incómodo al inicio de la sesión matinal, terminó por perder la zaga del W12 y dejó el Mercedes atascado en la escapatoria, lo que obligaría a desplegar la bandera roja. El sobresalto trastocaba el plan de trabajo de la escudería, pero el siete veces Campeón del Mundo podría acumular otras 58 vueltas que se sumaban a las 42 realizadas ayer en ocho horas de test. Bottas, que tomaba el testigo durante la tarde, también completaría 58 giros, llevándose además el mejor tiempo del día.
El finlandés lo lograría con el compuesto más blando de la gama Pirelli, el C5, apenas aventajando en una décima al piloto de AlphaTauri, Pierre Gasly, pero como ya sucedía con Lewis, Valtteri no terminaba de estar contento con el balance del monoplaza. Desde el equipo reconocían que no tenían la situación todo lo controlada que les gustaría, sin embargo, también apuntaban a que no había cundido el pánico en las entrañas del equipo de Brackley. Por delante, un domingo con otras ocho horas de test que se repartirán entre Bottas y Hamilton, antes de afrontar las tres horas de entrenamientos libres que se llevarán a cabo ya en la antesala de la clasificación del Gran Premio de Bahréin.
Era el día también para ver el regreso de Fernando Alonso. El asturiano completaba 128 vueltas con el Alpine A521, buscando recuperar sensaciones tras una pretemporada que en su caso ha estado ligeramente marcada por el accidente de tráfico sufrido el mes pasado, cuando se encontraba entrenando en bicicleta cerca de su residencia en Lugano. El bicampeón no llegaría a exprimir al límite su nuevo coche ya que al igual que Checo Pérez en el Red Bull, ninguno de los dos llegó a montar el compuesto blando, sin embargo, terminó contento al completar el programa de trabajo.
Para Carlos Sainz su día fue un poco más exigente. El madrileño fue el primero en colocarse con el mejor tiempo con un Ferrari SF21 reglado para que se encontrase cómodo en su adaptación. Con el cambio de suspensiones y las modificaciones en las especificaciones es cuando ha comenzado a sufrir llegando a sufrir un trompo y una salida de pista. Aun así, los de Maranello se han mostrado contentos con los datos recopilados durante el viernes y que apuntan a que esta vez sí, el desarrollo está sustentado sobre unos datos de túnel del viento y del CFD verosímiles. Ahora será el turno para que Sainz vaya ajustando su pilotaje a las reacciones del Ferrari tras ser 13º, mientras que Alonso llegó al 10º.
La tarde también tendría una bandera roja, con Pérez perdiendo parte del capó motor de su Red Bull en plena recta, cuando el RB16B pilotado por el mexicano estaba adelantando a Nicholas Latifi. Tras las buenas sensaciones dejada por el coche de las bebidas energéticas en manos de Max Verstappen este viernes, le tocaba en este caso a Pierre Gasly demostrar la buena fiabilidad y ritmo del motor Honda durante los test, a la espera de que estas referencias se lleven también a pista cuando los semáforos de la primera carrera se apaguen y comience una nueva temporada del Gran Circo.
El que seguramente llegue muy justo de rodaje será Sebastian Vettel en el nuevo Aston Martin. El alemán volvió a pasar gran parte de su turno en el garaje al tener que cambiar el equipo la caja de cambios, lo que al final del día se traducía en apenas 10 giros completados, buena parte de ellos a velocidad menor. Un nuevo quebradero de cabeza para Mercedes, los cuales ya perdieron gran parte de la jornada el viernes por ese mismo fallo.