MANTIENE EL CONCEPTO
Lewis Hamilton y George Russell ya conocen el que será su coche para la temporada 2023. Los dos pilotos británicos de Mercedes-AMG F1 tratarán de olvidar un año en el que les costó ser muy competitivos y en el que sufrieron en demasía del efecto porpoising, tratando en esta ocasión de que el W14 pase a luchar por las victorias de forma regular.
Mercedes-AMG F1 tenía el duro reto de ser el siguiente equipo en presentar después de la exhibición realizada ayer por Ferrari. La escudería de la estrella ya son el penúltimo coche en presentarse después de más de dos semanas en las que cada una de las estructuras han ido presentando algunas de sus novedades. El W14 se mostraba en este caso en un evento mucho más clásico que el celebrado ayer en el Circuito de Fiorano, optando por una rueda de prensa tradicional con entrevistas a pilotos, director técnico y al alma mater del proyecto, Toto Wolff.
Y la mayor sorpresa ha venido de la mano del nuevo cambio de colores por el que ha optado la escudería con sede en Brackley, Reino Unido. Después de que en 2020 optaran por emplear el color negro como forma de unirse a la campaña contra el racismo y en favor de la diversidad, ahora, la firma de la estrella también recupera dicha tonalidad para firmar el W14 por otros motivos de peso, precisamente con el objetivo de aligerar algunos gramos y acercarse a esos 798 kg de mínimo que establece el reglamento.
Desde el propio equipo han afirmado que durante 2022 estuvieron muy por encima de dichos guarismos que marcan el suelo sobre el que deben estar los coches, por lo que, como forma de contribuir a esta reducción de peso para 2023 se ha optado por eliminar la pintura gris plata y tomar el camino similar al que cuenta la leyenda que sucedió en la década de los treinta y que tuvo como medida lijar la pintura blanca que lucían todos los coches alemanes y dejar el W25 con la carrocería de aluminio al descubierto.
Con casi un siglo de diferencia respecto a esta historia que siempre se rememora cuando se habla de las “flechas plateadas”, Mercedes ha decidido pintar únicamente la parte superior del morro y algunas zonas del capó motor para dejar el resto con la fibra de carbono al desnudo expuesta. Además, también se puede apreciar un morro más corto, cambios en la aerodinámica, así como una ligera ganancia de volumen en los agresivos pontones que utilizaron en el concepto 2022 y que ha obligado a los ingenieros a hacer un empaquetado de la unidad de potencia muy arriesgado y al que también han tenido que amoldarse las escuderías cliente.
Más allá de eso, también se pueden apreciar los cambios en la geometría de la suspensión delantera, así como las características entradas de aire de los laterales que pasan a estar dispuestas en posición vertical y con forma rectangular. También las branquias superiores han sido modificadas para extraer esos grados extra del interior de los pontones. El objetivo evidentemente es el de volver a ganar y a pelear por los títulos después de un 2022 en el que prácticamente todo el año tuvieron que luchar con un enemigo muy distinto, el porpoising, el cual les lastró por completo e incluso les llevó a plantearse el cambio por completo de concepto.
Aunque Mike Elliott, el director técnico confía en que se haya eliminado este efecto rebote, habrá que esperar hasta el primer fin de semana de marzo para poder saber a ciencia cierta si finalmente se ha puesto freno a este mal y si el W14 está en disposición de pelear con Ferrari y Red Bull de nuevo por los primeros puestos de forma regular, victorias que el año pasado sólo logró George Russell en Brasil.