La última vez en
Centímetros Cúbicos comentamos que Wittmann, Green y Mortara eran los protagonistas principales. Pues bien, una sola cita ha bastado para que los dos hombres de Audi se caigan de la terna tras un fin de semana aciago de su marca en Moscú.
Ahora es Robert Wickens quien persigue a Marco Wittmann y a tres citas del final parece complicado que terceros se inmiscuyan en esa lucha. La visita del DTM a Rusia reafirmó al campeón de 2014 como principal candidato y punta de lanza de BMW, mientras que Robert Wickens se convierte en el aspirante de Mercedes. No en vano ellos
dos fueron quienes se anotaron los triunfos en Moscú. Y eso, en una época del año donde las órdenes de equipo se tornan cruciales vale su peso en oro.
Dos factores explican los resultados del fin de semana en Rusia. Uno, la lluvia que afectó a la jornada del sábado y en la cual los Mercedes brillaron. El otro, el sistema de lastres que al ser retocado antes de cada carrera
propicia vuelcos de rendimiento en bloque para cada marca de un día para otro. Por eso Mercedes arrasó el sábado y BMW el domingo. En la primera carrera Mercedes ocupó los cuatro primeros puestos. La pole fue para Gary Paffett, pero Robert Wickens no tardó en superarle para así ver la bandera a cuadros en primer lugar, escoltado por sus compañeros Di Resta, Paffett y Götz. En la segunda, ya con pista seca, BMW se la devolvió a la marca de la estrella: victoria de Wittmann seguido de Blomqvist, Spengler y Farfus. El elemento diferencial del fin de semana fue el sufrido quinto puesto de Wickens el domingo,
difícilmente imaginable sin la colaboración de Dani Juncadella. El catalán sacrificó una de sus mejores carreras en el DTM para ayudar su jefe de filas cuando empezó a fallarle la dirección asistida. Y tal esfuerzo no se vio recompensado, pues un fallo de la caja de cambios le apeó de la zona de puntos en la parte final de la prueba: fue 12º, justo tras Miguel Molina.
¿Y de Audi qué se puede decir? Como mínimo Moscú ha puesto en jaque a la marca de los cuatro aros. Siguen disponiendo de dos bazas para la general del campeonato, Jamie Green y Edoardo Mortara, pero
ambos quedan situados a más de una victoria de diferencia de Wittmann. Y ahora que el DTM se convierte en una partida de ajedrez sobre ruedas sus rivales lo tienen mucho más fácil para defender a sus reyes. Lo increíble del asunto es que Audi partía como la gran favorita. El RS5 fue el coche a batir en 2015, Mercedes estrenaba vehículo en 2016 y a BMW hubo que concederle favores reglamentarios para asegurar la competitividad de los M4. ¿Podrá darle la vuelta a la tortilla Audi en sólo tres citas?
Al menos siempre les quedará Hockenheim: en el trazado que cierra el campeonato han ganado seis de las siete últimas carreras disputadas.