Centímetros Cúbicos» Competición

La edición de 2019 de las 24 horas de Nürburgring puede haber sido la última del anacronismo más encantador de la prueba.

Nürburgring y el Foxtail: La leyenda del Opel Manta ochentero que compite en 2019

Desde hace veinte años, las 24 horas de Nürburgring cuentan con un participante muy especial que representa el auténtico espíritu de las carreras.

Opel Manta FoxtailNurburgring

Barbacoas, cerveza, fiesta… las 24 horas de Nürburgring son muy especiales para los aficionados alemanes (y de otros lugares del mundo) que se desplazan hasta el Nordschleife para disfrutar de una de las carreras de resistencia más famosas y desafiantes del mundo. Podríamos hablar del ambiente, de lo interesante que fue la edición de la temporada 2019 con victoria final de Audi o hasta de la actuación de la representación española. Pero si hay algo que represente las 24 horas de Nürburgring mejor que nada es el Foxtail. Estamos hablando de un Opel Manta B de los años ochenta que en pleno 2019 aún compitió y logró terminar la prueba contra todo pronóstico. No se trata de un caso aislado, tampoco, y es que hace veinte años que el Manta es una constante del Ring… aunque puede que su historia haya llegado a su fin.

Para entender la importancia del proyecto del Manta, hay que buscar los orígenes. Este proyecto está bajo la batuta de Volker Strycek, piloto alemán que en 1984 se convirtió en el primer campeón del DTM. En toda su carrera en esta categoría no logró ni una sola victoria pero se convirtió en una figura reconocida en el motorsport alemán y a mediados de los 90 se convirtió en un mánager de Opel y llegó a ser su director en el DTM. Desde entonces se ha mantenido fiel a la marca. Ahí es donde entra Kissling Motorsport, fabricante de un chasis a propósito para la ocasión. Kissling es un equipo histórico en el panorama alemán y fue quien se encargó de la parte técnica del coche durante muchos años, desde su primera aparición en 1998 cuando ya era un coche añejo.

Opel Manta Foxtail 2019 Nurburgring 24h | Nurburgring

Desafortunadamente, a principios de este año, Kissling Motorsport anunció que dejaba la competición de forma indefinida después de décadas en activo. Para el Opel Manta B podría haber sido el fin pero el actual propietario del coche, Olaf Beckmann, decidió que la historia tenía que continuar y puso el dinero para estar una vez más en el Ring. El coche, que en las 24 horas de Nürburgring está en la clase SP3 para coches por debajo de 2.000 centímetros cúbicos, es curioso ya de por si pero aún más para los alemanes. El icono cultural de una época, contaba con un apodo ("Mannis") para sus conductores, películas con un claro protagonismo ("Manta Manta", "Manta Der Film") y hasta juegos en su honor para fiestas. Si a todo ello se le suma el "Foxtail" (cola de zorro que va en su antena) que tanto se había usado en los años 80), todo encaja.

Para muchos aficionados, es como un viaje a un pasado que nunca murió. El coche tiene más de 30 años de vida pero Kissling Motorsport lo mantuvo siempre en un estado tan pristino que a lo largo de los años ha podido seguir en carrera, rindiendo a buen ritmo y con resultados muy por encima de los que debería lograr, de alguna forma. En la edición de 2019, el coche sufrió un grave accidente que tuvo al equipo trabajando de forma frenética para repararlo con el objetivo de volver a pista. Con un futuro poco claro para la escuadra y el coche, todas y cada una de las vueltas que pudieran dar eran un homenaje a la historia de este coche, además de una celebración para pilotos, equipo y aficionados.

Opel Manta Foxtail Pit Lane | Nurburgring

Fue una de las grandes historias de la edición de 2019 de las 24 horas de Nürburgring. Prensa de todos los rincones del mundo estaba pendiente de la evolución de este pequeño equipo local que no debería haber tenido un lugar en esta carrera y que sin embargo se lo había ganado a pulso. Las páginas web de países como Japón se llenaron de notas del Opel Manta y su inacabable reparación. Los daños parecían excesivos para continuar e incluso llegar a boxes fue un desafío en sí mismo. Al final, tras toda la noche de reparaciones, el coche logró volver a pista milagrosamente al llegar una gloriosa mañana en la que la prensa mundial se volcó en las celebraciones. La carrera volvía a estar completa.

El único problema era casi una nimiedad en ojos de la mayoría. Sí, estaba en una posición muy retrasada y a demasiadas vueltas para lograr incluso clasificarse. Pero una vez más, el público tenía su héroe en pista. Un héroe que a muchos aficionados locales les recordaba sus propias vidas de hacía más de 25 años. De esta forma, el Opel Manta con el número 122 fue el único coche en acabar la carrera sin suficientes vueltas como para quedar clasificado. Una posición fuera de lugar en comparación con los demás 102 coches que sí lograron terminar. Un puesto de honor para el Manta, con un total de solo 28 vueltas (el último coche clasificado completó 86). No está muy claro qué va a suceder con el Opel Manta pero lo que sí tiene todo el mundo en cuenta es que los posibles últimos héroes del Manta disfrutaron cada momento. Olaf Beckmann, Peter Hass, Jürgen Schulten... y como no, el propio Volker Strycek.

Opel Manta Foxtail | Nurburgring