Tocayos y compañeros de equipo en Citroën pelearon por el triunfo en el Rally de Alemania de 2011
Recordamos la edición de 2011 del Rally de Alemania, en la que Ogier y Loeb se batieron en intenso duelo por la victoria.
Sébastien Loeb es sinónimo de leyenda en el mundo de los rallies. Sus nueve títulos consecutivos y sus 78 victorias le convierten en el piloto más laureado del WRC, pero fueron seguramente sus actuaciones y su dominio absolutista, los que realmente le hicieron ganarse la fama de rey de los rallies. En 2011, Loeb era 'solo' siete veces campeón del mundo y aunque andaba camino a su octavo título, el relevo generacional parecía estar preparándose con un nuevo Sébastien; su compañero Ogier. El piloto de Gap debutó en 2008 en el WRC y tras obtener su primera victoria en 2010, la temporada 2011 le vio confirmar su talento con varios triunfos.
El Campeonato del Mundo de Rallies de 2011 llegó a Alemania para la novena cita de la temporada con Sébastien Loeb liderando la general con 171 puntos por 142 de Mikko Hirvonen y 140 de Sébastien Ogier. El dominador del mundial seguía a lo suyo, pero la cercanía no solo de su rival de Ford sino también de su propio compañero de equipo hacía soñar a muchos. A fin de cuentas, un abandono de Loeb y una victoria de alguno de sus dos principales rivales pondrían el campeonato al rojo vivo. Eso sí, siendo Alemania uno de los tradicionales rallies de asfalto, las expectativas de ver un error del francés eran pocas.
Con cinco pruebas, incluyendo la alemana, para el final del campeonato, cualquier evento se convertía ya en crucial en la lucha por el título. Mientras tanto, pilotos que no hacían el mundial entero llegaban también al Rally de Alemania con ganas de destacar. Era el caso de Dani Sordo, piloto del proyecto de Prodrive con los Mini John Cooper Works WRC. El cántabro disputaba en Alemania su tercera cita del año, tras ser sexto en Italia y retirarse en Finlandia. Alemania supondría una prueba de fuego en un terreno en el que suele desenvolverse bien.
Pero si todo el mundo estaba pendiente de los tres líderes en la general, el rally comenzó con el 'scratch' de Jari-Matti Latvala con el segundo Ford Fiesta oficial, batiendo por apenas un segundo y medio a Ogier y dos segundos a Loeb. Hirvonen era cuarto, con Petter Solberg quinto y Sordo sexto. Algo más atrás, un tal Kimi Räikkönen era noveno en su segundo año en el WRC. La reacción de los Citroën no se hizo esperar y ya en el segundo tramo se situaron por delante, desbancando a un Latvala que caía al cuarto puesto. Por su parte, Sordo se trabajaba un buen primer día y poco a poco iba avanzando en la clasificación.
Al final del día, el español de Mini acabaría cuarto, a poco más de un minuto y medio del primer clasificado pero a veinte segundos de Hirvonen, que aguantaba tercero a poco más de un minuto de la cabeza. Arriba de todo, la diferencia entre Loeb y Ogier era mínima, con algo más de siete segundos entre ambos. Por su parte, Räikkönen aguantaba en una valorable octava posición, por detrás de Kris Meeke y los hermanos Solberg, con Petter por delante de Henning.
La mañana del segundo día transcurrió con normalidad, con un electrizante duelo por la primera posición entre los dos Citroën DS3 WRC de Loeb y Ogier, que se alternaban los mejores tiempos aunque siempre con el campeón por delante. Algo más atrás, en el décimo tramo del rally lograba situarse por fin tercero un Sordo que daría cuenta con relativa facilidad de un Hirvonen que no se encontraba tan cómodo sobre el asfalto. Parecía que el orden establecido tenía que mantenerse para la mañana del domingo con todo por decidir pero entonces llegó la sorpresa. Aunque en Citroën habían decidido mantener las posiciones para evitar sustos, Loeb sufrió un pinchazo en el último tramo del día y cayó a más de un minuto del nuevo líder, Ogier.
Lo que siguió el último día fue una auténtica exhibición de Loeb, que batió a Ogier en todos y cada uno de los tramos del domingo. Eso sí, ayudado por la falta de ganas del líder de tomar riesgos innecesarios puesto que con más de un minuto de ventaja, era muy complicado que pudiera haber cambios en la cabeza. De esta forma, Sébastien Ogier logró su primer triunfo en Alemania, su cuarta victoria del año empatando con un Sébastien Loeb que podía estar satisfecho al ser segundo en cuanto al mundial. El podio lo completó Dani Sordo, encantado con el éxito y el primer podio mundialista del nuevo Mini.
Sordo acabó a pesar de ser tercero a casi dos minutos del ganador, cerca de un minuto y medio por detrás de Loeb y casi un minuto por delante de Hirvonen, cuarto. Petter Solberg terminó en quinta posición, mientras en una nada despreciable sexta acabó Kimi Räikkönen, tras batir por apenas 21 segundos a Henning Solberg. Completaron la zona de puntos Armindo Araújo, Peter van Merksteijn Jr. y Dennis Kuipers.
Después de ocho ediciones consecutivas con victorias de Loeb en Alemania (único ganador hasta el momento de la prueba mundialista), había llegado el momento de un cambio de tercio que protagonizó el ‘nuevo Sébastien’, un Ogier que repetiría victoria en 2015 y 2016. Para Loeb, se trataba de su primera derrota en un evento de asfalto por primera vez desde 2006, demostrando la eficiencia del alsaciano en esta superficie, su favorita. Habría tiempo de desquitarse y hasta de recuperar la victoria alemana en 2012.