Siete intentos y un cuarto puesto en 2012 como mejor resultado. Es el bagaje de
Oriol Servià en las 500 millas de Indianápolis, una de las carreras más importantes de la historia del automovilismo que en 2016 llega a su centésima edición. Para una carrera tan importante y a pesar de estar retirado de las carreras a tiempo completo,
"Uri" volverá a ponerse el casco y el mono para competir.
Lo hará en el seno del equipo Schmidt Peterson Motorsport. Servià ocupará el tercer coche de este equipo -con el
número 77-, uno de los últimos que aún no tenía compañero para las 500 millas. El tercer coche es fruto de una colaboración entre SMP y Marotti Racing, una estructura propietaria de un pastor estadounidense que buscaba poner un coche en pista con motivo de la edición más especial de la legendaria carrera.
La historia de Oriol Servià con las 500 millas de Indianápolis tiene un poco de todo. El primer intento lo realizó en 2002, cuando él competía en la Champ Car y la carrera formaba parte de la IRL. Desafortunadamente, no pudo clasificarse -a pesar de intentarlo con dos coches de dos equipos distintos- y tuvo que esperar hasta que el campeonato volvió a unificarse en 2008 para poder finalmente tomar parte en ella. Lo hizo con un coche de KV Racing Technology, quedándose a las puertas del
top ten con una undécima posición más que correcta. Tras ese buen debut, lo siguiente habría sido ya buscar entrar entre los diez primeros o incluso los cinco primeros pero tuvo uno de sus peores años al terminar en vigésimo sexta posición final tras haber clasificado vigésimo quinto. Un año para olvidar antes de
quedarse a pie en 2010.
En 2011, Servià volvió a las 500 millas de Indianápolis con más fuerza que nunca y en el equipo Newman/Haas de Paul Newman, protagonizó una carrera fantástica.
Tras clasificar en tercera posición y meterse en primera fila, consiguió terminar sexto. Pero lo mejor estaba por llegar con una carrera a la remontada en 2012 en la que terminó cuarto tras salir desde la vigésimo séptima posición. Aunque el resultado había llegado gracias a la estrategia, era igualmente válido. Desde entonces,
dos undécimos puestos en 2013 y 2014 y un vigésimo noveno en 2015; su peor resultado en Indianápolis. Los dos últimos años ha competido con motor Honda, el mismo que llevará en 2016. Se trata del motor menos competitivo de los dos que compiten en la IndyCar pero en varias ocasiones ha quedado claro que con las manos adecuadas, pueden ganar. Oriol Servià tiene una oportunidad fantástica de despedirse a lo grande de las carreras con la centésima edición de las 500 millas de Indianápolis... esperemos que la suerte le acompañe.