La tradicional cita monegasca marca una nueva temporada del Mundial
El estonio de Hyundai conseguía el mejor tiempo en los dos tramos disputados el jueves, con Dani Sordo muy lejos por problemas en su unidad
Aunque hace apenas mes y medio que se puso punto y final a la temporada del Mundial de Rallies, muchas han sido las cosas que han tenido que sortear los equipos y los miembros del parque de asistencia antes de empezar una nueva edición del Rally de Montecarlo. El primero de ellos, la necesidad de adaptarse a las restricciones de viaje, especialmente para los equipos procedentes de Reino Unido, así como diseñar un recorrido nuevo que se amoldara a las nuevas medidas implementadas por el gobierno francés, situando el toque de queda a las seis de la tarde.
En total se programaban 14 especiales cronometradas y 258 kilómetros competitivos en una atípica edición de la cita invernal. En los equipos, las principales novedades se daban a la derecha, en el asiento del copiloto, donde tanto Teemu Suninen como Thierry Neuville estrenaban nuevo compañero, mientras que Dani Sordo se despedirá este fin de semana de Carlos del Barrio antes de dar la bienvenida a Borja Rozada. La renovación de Sébastien Ogier, la llegada de Pirelli como suministrador de neumáticos de WRC, WRC2 y WRC3, así como la sorpresa de que Jari-Matti Latvala sería finalmente el relevo de Tommi Mäkinen al frente del equipo Toyota, terminaban por animar el parón vacacional.
Hoy todo volvía a la actividad de nuevo y lo hacía con un espectacular inicio de Ott Tänak, apenas 12 meses después de sufrir un aparatoso accidente en estas mismas carreteras de la zona de Gap en el que era su debut en competición con Hyundai. El estonio ha marcado el scratch en las dos especiales, sacando 3,3 segundos a un Kalle Rovanperä que reconocía haberse encontrado muy cómodo con los reglajes del Toyota Yaris WRC y las condiciones, muy mojadas y con zonas de agua embalsada.
Apenas 40 kilómetros para comenzar a rodar en un día en el que ya veíamos a Thierry Neuville y Sébastien Ogier dejarse más de 16 segundos, mientras que Elfyn Evans comenzaba a 8,5 segundos de Tänak. En el caso del francés, siete veces Campeón del Mundo, la temporada de su adiós al Mundial comenzaba con problemas de freno, algo que le ha obligado a bombear antes de cada curva el pedal central para asegurarse de que a la hora de pisar fuerte con el pie izquierdo este no se iba a ir abajo.
También con problemas mecánicos Dani Sordo, el cual comenzaba el Rally de Montecarlo dejándose más de 42 segundos en lo que promete ser una losa muy difícil de recuperar. El cántabro es sexto, admitiendo que sentía el coche como si tuviera un problema con el diferencial trasero, muy bloqueado, especialmente en las frenadas. Sordo tiene 25 segundos de renta sobre Pierre-Louis Loubet, Campeón del WRC2 en 2019 e hijo del antiguo piloto del Campeón de Europa, Yves Loubet.
Para M-Sport la situación empieza a ser dramática. Después de la incertidumbre acerca de su presencia en la prueba debido a los bloqueos para los residentes en Reino Unido, el equipo ha llegado con una alineación de apenas dos coches y ha visto cómo uno, el de Teemu Suninen, tenía que retirarse incluso antes de completar el primer tramo por un fuerte accidente en el que quedaba dañada la jaula de seguridad, algo que por reglamento deja inmediatamente fuera de la competición este fin de semana a dicho vehículo. El finlandés estaba en los parciales realizando mejores cronos incluso que Tänak, lo que podría haberle convertido en el primer líder de no ser por la salida de carretera.
Tanto el piloto, como su copiloto, Mikko Markkula han resultado ilesos, aunque inmediatamente han recibido “el tirón de orejas” del jefe de equipo de M-Sport, Richard Millener, el cual echaba en cara a su empleado el que incumpliera la consigna de llevar por encima de todo el coche hasta la meta final. En cuanto al resto de clases, Andreas Mikkelsen lidera con un Skoda Fabia Rally2 Evo entre los participantes en WRC2, mientras que Yohan Rossel hace lo propio en WRC3.