El estonio ha conseguido su tercera victoria consecutiva en el WRC 2018
Parecía que iba a ser un fin de semana complicado para Toyota después de tener que renunciar a sus últimas actualizaciones, sin embargo, sale de Turquía primera del Mundial de constructores y con Tänak segundo en el de pilotos.
Cuatro tramos y muy pocos kilómetros competitivos para cerrar la que era la décima prueba de las 13 que conforman el calendario del Mundial de Rallyes para esta temporada 2018. Después de la debacle vivida este sábado por Sébastien Ogier, Thierry Neuville y el abandono de los dos Citroën C3 WRC de Mads Ostberg y Craig Breen, lo que sobre el papel era un fin de semana negativo para Toyota GAZOO Racing se convertía en un espacio para la esperanza ante lo que puede ser el final del campeonato más reñido desde la temporada 2003, en la que hasta seis pilotos llegaron a los últimos rallies del campeonato con opciones de título.
Lo que en principio estaba siendo una prueba poco competitiva para los Yaris WRC se terminaba convirtiendo en el primer doblete de la marca japonesa en más de 20 años, después de la victoria conseguida por Carlos Sainz en el Rally de Nueva Zelanda en agosto de 1998, escoltado en este caso por el también Campeón del Mundo, Didier Auriol. Ott Tänak, copilotado por Martin Järveoja se alzaba de esta forma con su cuarto triunfo de la temporada, el tercero consecutivo después de Alemania y Finlandia, algo que lo ha metido directamente en la lucha por el título de pilotos.
El estonio aprovechaba que Jari-Matti Latvala había aceptado las órdenes de equipo para preparar su paso por la Power Stage en la que conseguiría el tercer mejor tiempo y unos valiosísimos tres puntos extra que le servirían para contrarrestar la primera posición de Neuville y la segunda de Ogier en dicho tramo. Con los 25 puntos de la victoria en el Rally de Turquía 2018 ya en el zurrón, frente al cero del piloto de Hyundai (más cinco de la Power Stage y el punto arañado de Ogier (cuatro en la PS), Ott Tänak lograba dar un gran salto en la general del campeonato, situándose segundo con 164 puntos por los 177 de Thierry. Sébastien Ogier pasa a ser tercero de la general, 10 puntos por detrás de Tänak y todavía a 23 de Neuville, misma diferencia con la que llegaban a la cita otomana.
En cuanto al resto de integrantes del podio, Latvala se debía conformar con la segunda plaza, aceptando la disciplina del equipo para tratar de ayudarles en la pelea por ambos campeonatos, mientras que Hayden Paddon endulzaba en parte el mal fin de semana de Hyundai Motorsport con su mejor resultado en las cinco pruebas que ha disputado el neozelandés hasta el momento. La quinta plaza de Mikkelsen y el abandono de Hyundai, sumado al doblete de Toyota hacía que hubiera cambios en el liderato de la clasificación de fabricantes, con Toyota GAZOO Racing en primera plaza con 284 puntos por los 279 de los surcoreanos.
En M-Sport, la única nota positiva la pondría Teemu Suninen, la joven promesa finlandesa, el cual llegaba sin poder realizar test previos por cuestión estrategia del equipo británico y que salía de esta prueba con una valiosa cuarta plaza por delante de Mikkelsen. Elfyn Evans por su parte renunciaba a la séptima plaza que ocupaba para dar la oportunidad de que Ogier llegara a la zona de puntos. Penalizado por entrar con adelanto en uno de los controles horarios, el galés caía fuera de las 10 primeras posiciones, consiguiendo Sébastien ese punto que se lleva el décimo. Solo Citroën Racing puede afirmar que su fin de semana era incluso más difícil después del doble abandono de Ostberg en viernes y sábado y la unidad calcinada de Craig Breen, afortunadamente con el piloto irlandés y su copiloto saliendo ilesos del incidente.
Destacaba la sexta plaza ocupada por Henning Solberg en su regreso al Campeonato del Mundo con un Skoda Fabia R5, mientras que Jan Kopecky terminaba a sus espaldas y daba un importante paso hacia el título de WRC2. El veterano checo se sobreponía de nuevo a todos los problemas sufridos para llevarse su segundo triunfo consecutivo tras el conseguido en Alemania, aprovechando el abandono de Pontus Tidemand por daños estructurales en su Skoda el viernes. En JWRC, Emil Bergkvist conseguía sobrevivir a un intenso fin de semana para coronarse Campeón Júnior de 2018 y por tanto obteniendo el premio de tener un Ford Fiesta R5 en propiedad para competir el próximo año en el WRC2.