Se esperaba desde hace meses ver
la nueva imagen que tendría el buggy de Peugeot Sport para el próximo Dakar y finalmente se ha desvelado. Con una decoración clásica, luciendo los colores representativos de la marca gala en unos ribetes sobre fondo blanco y con los toros de Red Bull en gris plata para que no destaquen sobre el resto,
se ha presentado el nuevo 3008 DKR, el vehículo con el que los hombres del león tratarán de repetir el éxito conseguido en la última edición de la cita que ahora se disputa sobre suelo sudamericano. En un equipo en el que cuentas con
un piloto apodado Monsieur Dakar (con 12 triunfos a sus espaldas, 6 en motos y 6 en coches), con
el ganador de cinco tuaregs sobre dos ruedas y con dos de los pilotos que han hecho historia en el Mundial de Rallies, poco puedes hacer para mejorar el apartado de recursos humanos. Es por ello que se ha decidido mejorar aún más al ganador del Dakar 2016 y
además darle una nueva silueta para promocionar el nuevo SUV de la marca gala, el 3008, con el que comparte ópticas y algunas de sus formas adaptadas a la competición. Con
los antiguos 2008 DKR16 vendidos al preparador francés PH Sport, Peugeot renueva así todo su garaje y estrenará cuatro unidades del 3008 DKR para el próximo mes de enero, cuando comenzará una nueva edición del Dakar en Asunción, Paraguay. Unos meses antes, en el Rally de Marruecos,
Despres y Sainz serán los encargados de hacerlo debutar en competición. Allí, sobre la arena del desierto, se comprobará que todo está listo para afrontar el reto del rally-raid más duro del planeta.
Una evolución y no una revolución:
No se esperaban grandes cambios después de que se decidiera prácticamente partir de una hoja en blanco con el 2008 DKR16 (la primer versión estaba lejos de ser competitiva) y triunfar con ella, consiguiendo
hasta 10 victorias de etapa de 13 posibles. El 3008 DKR es una evolución de ese exitoso concepto de buggy que presentó hace exactamente un año los hombres de Bruno Famin,
puliendo los pequeños defectos que sus exigentes pilotos han ido encontrando con el paso de kilómetros tanto en competición como en test. Se ha
evolucionado por ejemplo la aerodinámica y la refrigeración, tanto del motor como del habitáculo donde se ha instalado un aire acondicionado que Peterhansel, Loeb y Despres probaron durante el pasado Rally Ruta de la Seda. Una de las áreas en las que más se ha trabajado
ha sido la suspensión delantera, desarrollando una nueva geometría que impida que esta se hunda en las frenadas fuertes. De esta forma se mejora la manejabilidad en tramos tipo rallye, una de las quejas más repetidas por los integrantes de la formación gala durante el pasado Dakar. Con las bondades en terreno abierto más que explotadas (mantiene el sistema de hinchar y deshinchar desde el habitáculo, neumáticos específicos, mayor ligereza que los 4x4 y más distancia de recorrido de la suspensión),
la decisión continuista de la FIA y ASO en cuanto a la normativa técnica de los buggies ha hecho que únicamente se haya limitado el diámetro de la brida del turbo a 38 mm, uno menos respecto a los 39 mm que utilizaba hasta ahora. Esto significa que
el V6 biturbo diésel de 2.993 cc y 24 válvulas pase a tener 340 CV de potencia, 20 menos que los que entrega el 2008 DKR16. Con el apartado de la fiabilidad solucionado, queda por ver si
Sainz, Loeb, Peterhansel y Despres son capaces de mejorar incluso su última actuación. Incluso con el nuevo Toyota Hilux V8 4x2 presentado, Peugeot sigue siendo el claro favorito para llevarse el
Dakar 2017 en coches.