La Power Stage sería decisiva para determinar el ganador del cuarto rally del año
El galés decía adiós a su segunda victoria en el WRC en un nuevo desafortunado mano a mano con Thierry Neuville en el que el belga de Hyundai Motorsport salía ganando.
El ritmo exhibido por Thierry Neuville en la segunda mitad de la etapa del sábado no parecía evidenciar que se le pudiera escapar este triunfo al piloto de Hyundai Motorsport. Sin embargo, en M-Sport estaban decididos a atacar al máximo hasta las últimas consecuencias, buscando la que podría ser su primera victoria de la era sin Sébastien Ogier y en un terreno en el que ya consiguieron vencer un año antes.
Sin presión en cuanto a la lucha por el título de pilotos, y con el campeonato de constructores muy difícil debido a la imposibilidad de asegurar la presencia de tres unidades en todas las citas del calendario (ni en México, ni en Córcega han estado presentes), Elfyn Evans recibía el visto bueno del jefe del equipo designado por Malcolm Wilson en sus sustitución, Richard Millener, para que atacara a fondo con todas las consecuencias en los dos tramos que restaban para completar la cuarta cita del Mundial de Rallies 2019.
Apenas dos especiales entre las que sumaban algo más de 50 kilómetros cronometrados y de los que tan solo necesitaría el galés los 30 primeros. Su estratosférico scratch en el primero de los dos tramos le permitía endosar 16 segundos a un Neuville que veía cómo se marchaba su primera victoria de la temporada con los 11,5 segundos que ya tenía como colchón el ganador del Rally de Gales 2017. Una última remontada por parte de Thierry significaría ir casi un segundo por kilómetro más rápido que el Ford Fiesta WRC de su rival, algo que con los problemas de subviraje sufrido por el Hyundai i20 WRC Coupé durante todo el fin de semana se antojaba imposible.
Pero la suerte sonrió a Hyundai Motorsport por primera vez esta temporada. Un pinchazo en la rueda delantera derecha de Elfyn Evans llevaba en volandas a la victoria a un Thierry Neuville que no se podía acercar al mejor registro en la Power Stage realizado por Ott Tänak. La situación para el equipo de Andrea Adamo cambiaba en solo unos minutos. Pasaban de ser el único fabricante que todavía no había conseguido vencer en 2019 a ser líderes en ambas clasificaciones, contestando Thierry a las victorias cosechadas hasta ahora por los que previsiblemente serán sus dos rivales por el título de pilotos.
Elfyn Evans volvía a decir adiós a un triunfo en la Power Stage, cayendo en este caso a la tercera posición por detrás de un Sébastien Ogier que también ‘pescaba en río revuelto’ en un fin de semana en el que ni los Citroën, ni los Hyundai parecían estar en disposición de pelear por el triunfo en condiciones normales.Dani Sordo defendería la cuarta plaza frente a un Teemu Suninen que se encontraba mucho más cómodo que en la jornada del sábado con su Ford Fiesta WRC, algo que también daría pie a que Tänak no pudiera continuar con su remontada alcanzando el Top5. Lappi, Loeb, Meeke y Latvala completaban las 10 posiciones de puntos en un resultado desastroso para Toyota GAZOO Racing que pasa de liderar la tabla de constructores a ser terceros.
En WRC2 Pro, el triunfo sería por descarte para Lukasz Pieniazek. El hombre de M-Sport en esta categoría conseguiría reengancharse tras su accidente del sábado, mientras que Kalle Rovanperä no podría hacerlo por tener la jaula de seguridad dañada en su Skoda Fabia R5 alquilado. En WRC2, tras el incendio en el Volkswagen Polo GTI R5 de Eric Camilli se quedaban sin favoritos, siendo finalmente Fabio Andolfi el que ganaba in extremis a Nikolay Gryazin, campeón del ERC Junior U28 en 2018. En JWRC, Julius Tannert hacía valer su veteranía para remontar desde atrás y superar a los dos pilotos suecos y a Jan Solans, el cual finalizaba cuarto.