Algunos de los principales afectados han sido Kris Meeke o Sébastien Loeb
La primera cita de asfalto puro de la temporada ha comenzado con un vuelco importante en el orden habitual de posiciones, siendo Elfyn Evans el que se ha aprovechado de ello.
Jornada muy complicada para comenzar el Rally de Córcega, cuarta cita del Campeonato del Mundo de Rallies. Ya desde el primer tramo de la cita, en esta ocasión trasladado directamente al viernes ya que la peculiar configuración de la cita insular no incluye un tramo espectáculo el jueves, podríamos ver un reguero de víctimas de las pruebas de las 10.000 curvas entre los pilotos de cabeza. Nombres como Kris Meeke, Sébastien Loeb o Jari-Matti Latvala no se han librado de lo que ha sido una jornada muy complicada.
Pudo haberlo sido mucho más si en lugar del tiempo soleado y seco con temperaturas por encima de los 13 grados, se hubiera corrido finalmente con las condiciones vistas durante los reconocimientos. Nieve, frío y viento azotaron la isla corsa durante la semana previa al inicio del rally, sin embargo, la situación meteorológica terminaría tranquilizándose. Las tortuosas especiales no daban aun así respiro a los competidores, viendo como Kris Meeke llegaba a meta pinchado en la rueda delantera izquierda, mientras que Sébastien Loeb sufría un toque en la zaga que le rompía la suspensión trasera derecha.
Obligado a hacer reparaciones de urgencia en su Hyundai i20 WRC Coupé, el alsaciano y Daniel Elena se despedían de cualquier opción de victoria nada más comenzar y después de dejarse casi dos minutos. Serían entonces Thierry Neuville y Dani Sordo los encargados de mantener vivas las esperanzas del equipo con sede en Alzenau, colocándose el belga en tercera posición y Dani en cuarta al termino del primer día. El de Puente San Miguel comenzaba entre los tiempos de cabeza, aunque con el paso de los tramos iría cediendo terreno hasta estar a más de 20 segundos de un Elfyn Evans que tuvo que esperar a la decisión de los comisarios para saber si dormiría líder.
El galés se lanzaba en tromba en los tramos de la tarde. Al volante del Ford Fiesta WRC de M-Sport y obligado a demostrar que puede ser el jefe de filas de los de Cumbria en ausencia de Sébastien Ogier, el piloto británico conseguía encadenar dos scratchs que le daban el liderato a falta de una especial. Precisamente sería en ese último recorrido cuando Evans se encontraba a su compatriota, Kris Meeke, rodando a muy baja velocidad después de tener un nuevo toque con uno de los bordillos en el tramo anterior. El norirlandés no se percataba de la presencia de Elfyn y esto unido a las estrecheces de las carreteras corsas propició que se dejara muchos segundos.
El liderato regresaba con la decisión de los responsables deportivos de darle un tiempo nominal y de nuevo el liderato a Evans, el cual cuenta con 4,5 segundos sobre Ott Tänak, primero en la general del WRC. Neuville, muy poco cómodo con el coche durante todo el día pasaba a ser tercero a 9,8, mientras que Sordo y Suninen cierran las cinco primeras posiciones. Hay que bajar hasta la sexta y la séptima plaza para encontrarnos a los dos Citroën, ambos con muchos problemas de subviraje y con errores en forma de trompo especialmente en curva lenta. Tras Sébastien Ogier y Esapekka Lappi se establece un Loeb beneficiado por el descarte de los dos Toyota de Meeke y Latvala (pinchazo), mientras que los franceses de WRC2, Eric Camilli y Yoann Bonato completan el Top10 provisional.
En WRC2 Pro, la batalla entre los dos únicos participantes inscritos por los fabricantes ha acabado con Kalle Rovanperä como líder destacado tras el pinchazo de Pieniazek, mientras que entre los españoles hay que lamentar la mala fortuna inicial de los hermanos Solans. Jan hacia el primer scratch en JWRC antes de pinchar y ceder más de dos minutos, siendo ahora cuarto de la tabla clasificatoria, mientras que Nil, el mayor de los hermanos, sufría una salida de pista en su debut esta temporada con el Ford Fiesta R5.