Cuando
Álex Palou debutó en los monoplazas en 2014 en la Euroformula Open de la mano de Adrián Campos y su equipo, muchos vieron en él a un futuro campeón de Fórmula 1. De forma parecida a como lo hacía Max Verstappen en la Fórmula 3 europea, Palou desafiaba a pilotos más establecidos y parecía lanzado hacia el éxito. Los dos años siguientes en la GP3 no han ayudado a mantener esa opinión pero
sería un error olvidarse de un piloto cuyo talento está fuera de discusión. Para Palou, el irregular 2015 con problemas técnicos, velocidad e incluso una victoria en la última carrera del año podía ser disculpable. Primer año de Campos Racing en la GP3 y solo los problemas mecánicos les impidieron estar arriba en cada carrera. De cara a 2016 se las prometían muy felices gracias a la experiencia adquirida tanto por el equipo como el piloto pero las cosas fueron aún peor y
parece imposible plantearse un tercer año en esta categoría. Algunos dirán que Palou no debería subir sin haber obtenido suficientes buenos resultados en la GP3 y por lo general, estarán en lo cierto. Pero no es menos verídico que
a lo largo de dos años durísimos, el catalán ha aprendido mucho de lo que es de verdad el mundo del automovilismo. Sin glorificarlo, probando los éxitos y las derrotas, las alegrías y las decepciones. Si en 2015 empezó con hambre, ahora debe tener aún más hambre de éxitos. Y a tenor de lo visto en las últimas semanas, está listo para seguir adelante.
Palou no es un extraño a probar coches de otras categorías. A finales del año pasado se subió al Audi RS5 del DTM y dejó buenas sensaciones. Esta misma temporada compitió en una ronda de la Ferrari Challenge Europe y fue segundo en una carrera y primero en la otra en lo que era su debut en un GT. Tras terminar la temporada de GP3 en el circuito de Abu Dhabi, se quedó allí para las pruebas de las teloneras de la Fórmula 1 y
más allá de subirse una última vez -por ahora- a "su" GP3, también probó con el GP2. Siguió, claro está, de la mano de Campos Racing, quien le dio la oportunidad de rodar con uno de sus coches de la categoría de plata.
El rendimiento de Palou fue más que correcto, siempre en mitad de tabla a pesar de compartir pista con pilotos más experimentados. Tuvo que ceder el coche a un Dani Juncadella que podría estar preparando un gran paso en su carrera deportiva de cara a 2017, pero eso no frenó a un Álex Palou que volviendo de Abu Dhabi a España aún tuvo una última actividad antes de dar por terminado el año.
En el circuito de Jerez, Palou se subió por primera vez a un Fórmula V8 3.5. Lo hizo en uno de los coches de Teo Martín Motorsport, esperando aprender un poco más al poder probar un nuevo coche. Pero el resultado estuvo por encima de las expectativas y a pesar de ser su primer día en la categoría y su primer día con el equipo, marcó el
mejor tiempo del tercer día de pruebas del campeonato y de toda la semana. Si necesitaba mandar un mensaje, hacerlo con la primera posición era la forma ideal.
Es innegable que el nivel -incluso en los susodichos test- de la Fórmula V8 3.5 es inferior al de la GP2. No tiene que ver con ningún tipo de meritocracia sino con las situaciones político-deportivas de ambos. Mientras la GP2 lleva una década de éxitos y estabilidad floreciendo en un paddock situado al lado del de la Fórmula 1 en una media de diez eventos por temporada,
la Fórmula V8 3.5 tuvo que reinventarse este 2016 tras la marcha de Renault como
partenaire oficial. Pero aún así, la adaptación de Álex Palou al monoplaza Dallara con motor Gibson -incluso en la época Renault, el propulsor fue siempre Gibson- es remarcable.
Puede que "el 3.5" se parezca más al coche de tipo Fórmula 3 que pilotó en 2014 cuando compitió en la Euroformula Open. Más agarre y menos potencia, al contrario que un GP3 que tiene un propulsor con una potencia parecida al de los Fórmula V8 3.5 pero con mucha menos carga aerodinámica. Lo que está claro es que para un piloto que debuta en una categoría en un día de test, cerrarlo con el mejor tiempo no solo del día sino de toda la semana supone un empuje en su confianza. Además, no hay que olvidar que la Fórmula V8 3.5 -que además recuperará el nombre "World Series" en 2016-
tiene una asociación con el WEC para dar pruebas a los tres primeros clasificados el año que viene. Resulta que ahora, ganar este campeonato va a ser mucho más interesante...