Red Bull corre en casa
Spielberg vivirá este domingo, 2 de julio, la novena carrera del campeonato de Fórmula 1 2023. Un Gran Premio de Austria que se presenta emocionante después de que Aston Martin se acercase a Red Bull en Canadá y, de nuevo, con la lluvia acechando.
El nivel de Red Bull sigue un paso por delante. Pero sus rivales intentarán dar caza al toro y tratarán de vencerlo en su propio 'ruedo'. Este fin de semana se presenta emocionante después de ver cómo en en el GP de Canadá las mejoras permitieron a Aston Martin acercarse a los austríacos. Fue la distancia más corta de la temporada con tan solo 9,5 segundos de diferencia tras pasar por meta. Aún así, Max Verstappen volvió a dominar de principio a fin la carrera en Montreal alzándose con su sexta victoria en lo que llevamos de campeonato.
La escudería de las bebidas energéticas corre en casa, y no solo por ser en Austria. El circuito: Red Bull Ring, un autódromo situado en la ciudad de Spielberg que la marca adquirió en 2010. Un trazado que ha visto cambiar su nombre en dos ocasiones. En sus inicios era conocido como Österreichring y tenía una longitud de 5,9 km. En 1996, la pista se rebautizó como A-1 Ring acortándose su distancia hasta los 4,3 km actuales.
Este Red Bull Ring es el circuito que menos tiempo llevará recorrer a los pilotos con un 'crono' de poco más de un minuto en la vuelta de clasificación. En elprimer sector los monoplazas, tras una recta, encararán la curva 1 disminuyendo su velocidad hasta los 135 km/h hasta llegar a la curva 2, considerada como tal por Moto GP, ya que los pilotos podrán afrontarla a máxima velocidad. El segundo sector comienza con uno de los puntos clave de adelantamiento del circuito, la curva 3, que permite dos trazadas diferentes y que será el lugar donde más sufran los frenos al tener que pasar de los 290 km/h a los 70. En el siguiente giro los pilotos deberán poner mucha atención al ser muy técnico. El tercer y último sector cuenta con la chicane rápida de las curvas 7 y 8 que se afronta a más de 200 km/h y da lugar a una recta en bajada que precede a los dos últimos giros.
El trazado austríaco es el que menos curvas tiene de todo el campeonato con un total de 10. Sus claves son la velocidad punta; la abrasión, 4 sobre 5 según la escala de Pirelli; la tracción del tren trasero; y, el paso por curva rápida. Algo con lo que Red Bull sonríe, puesto que su monoplaza es el que mejor se adapta a estas características. Aunque Aston Martin estará ahí.
Los neumáticos elegidos para el Red Bull Ring son los más blandos de la gama (C-3; C-4 Y C-5). Una elección que permitirá aumentar el espectáculo, ofreciendo más degradación y más oportunidades de adelantamiento. El año pasado la estrategia ganadora consistió en dos paradas: un stint inicial con medios, seguidos de dos con las gomas duras.
Los equipos deberán seleccionar minuciosamente su alerón trasero. Elemento de los monoplazas que regula la carga aerodinámica y la velocidad punta. De este modo los equipos que opten por una configuración de ala trasera con mayor carga verán reducida su velocidad máxima, y vicerversa. Aunque se debe tener en cuenta que, en este este trazado, sin velocidad punta no ganas. Menos aún si compites durante 71 vueltas con el Red Bull de Max Verstappen.
Los grandes favoritos son los locales y actuales líderes indiscutibles del campeonato. El circuito se ajusta a la perfección a las prestaciones de su monoplaza. Aún así, el paquete de mejoras de Aston Martin se optimizará para este fin de semana, abriendo la posibilidad de acercarse más de lo que lo hizo en el Circuit Gilles Villeneuve.
Mercedes afronta este Gran Premio con mejores previsiones que el anterior. El trazado se ajusta más a su coche. Pese a ello, se espera que en el cuerpo a cuerpo con los de Silverstone acaben por detrás, como ya se vio en el pasado duelo entre Alonso y Hamilton. La gran incógnita es Ferrari. Los de Maranello saben que en Spielberg obtienen buenos resultados. De hecho, el año pasado salieron victoriosos con Charles Leclerc en lo más alto del podio. Al monegasco no es el único al que se le da bien este circuito, Carlos Sainz es el piloto con la vuelta más rápida del circuito. Un hecho que llama al optimismo a los de Vasseur que llevarán modificaciones en la cubierta motor y los alerones trasero y delantero para mejorar la estabilidad del SF-23.
Sin lugar a dudas el GP de Austria se prevé emocionante, más aún con la lluvia acechando de nuevo y con los más que probables cambios en los componentes del motor para evitar situaciones como la de Sainz el año pasado (reventó el motor). ¿Pasará como en 2019 y se romperá la racha del equipo dominante? ¿Llegará la 33 de Fernando? ¿Sorprenderá Ferrari? Muchas dudas por resolver en una carrera que contará con el formato Sprint y que será un punto de inflexión en el campeonato.