Ott Tänak es el gran beneficiado del abandono de los dos primeros del WRC
A pesar de no ser uno de los rallies más largos del calendario, Turquía ha confirmado su fama de prueba dura al cobrarse como victimas a los dos grandes candidatos al título de pilotos.
Demoledora jornada la vivida hoy en el Rally de Turquía 2018. Cuando todo anunciaba un duelo entre Thierry Neuville y Sébastien Ogier por la victoria después de que superaran la problemática jornada y la obligación por reglamento de tener que abrir pista los dos primeros clasificados de la general. Sin embargo, un abandono tempranero por parte de Thierry Neuville y la salida de pista posterior del francés dejaba una situación muy propicia para Ott Tänak, ganador de las dos últimas pruebas del Mundial y gran alternativa a la bicefalia que se había vivido hasta ahora en el campeonato.
El piloto de Hyundai no podría disfrutar demasiado del liderato obtenido durante la jornada de este viernes. Thierry Neuville sufría problemas con la suspensión delantera izquierda de su Hyundai i20 WRC Coupé, viendo cómo literalmente el amortiguador le perforaba el capó y debía completar la primera especial con el morro completamente hundido. Eran 3 minutos y medio los que se dejaba el líder del WRC 2018, sin embargo, tras emplearse a fondo para tratar de solucionar el problema, llegando incluso a poner uno de los amortiguadores traseros delante, Hyundai confirmaba el abandono de Neuville y Nicolas Gilsoul.
Sébastien Ogier se las prometía muy felices al llegar a meta del octavo tramo. El francés, copilotado por Julien Ingrassia contaba con una cómoda ventaja de más de 25 segundos sobre Andreas Mikkelsen, sabedor de que podía dar un buen mordisco a los 23 puntos de desventaja que contaba con Neuville, e incluso, en el mejor de los casos, salir líder del campeonato de la prueba otomana y a falta de tres citas por delante. Sin embargo, la pareja de M-Sport golpeaba un agujero que había en mitad de la trazada de la novena especial, lo que le provocaba un problema en la suspensión delantera derecha que también le obligaría a remangarse y tratar de reparar en el enlace hacia el último tramo de la mañana.
Ogier e Ingrassia recibían la ayuda de sus compañeros de equipo, Elfyn Evans y Daniel Barritt, algo a lo que también contribuía el hermano mayor del Campeón del WRC en 2003, Henning Solberg. Los pentacampeones lograrían solventar el problema y llegaban solo seis minutos tarde al siguiente control horario, algo que les reportaba un minuto de penalización. Salían a morder desde el primer metro, anotándose el scratch y demostrando que la reparación de emergencia del Ford Fiesta WRC había resultado expeditiva. Ogier mantenía la cuarta plaza y demostraba tener más ritmo que los tres pilotos que le precedían.
No iba a llegar mucho más lejos el galo. Una salida de pista en una curva de izquierdas muy lenta le dejaba atascado al borde del recorrido, sin apenas daños más allá de un retrovisor maltrecho por el impacto contra un árbol, pero sin posibilidad de regresar a la competición sin la ayuda de espectadores. El propio Ogier reconocía que había sido uno de los errores más estúpidos de su carrera, justo en un momento clave para el campeonato y cuando el abandono de Neuville le prometía reportar una buena recuperación de puntos en la general.
El gran beneficiado de todos estos abandonos era precisamente el tercero del Mundial, Ott Tänak, el cual se había mostrado bastante frustrado por el rendimiento de un Yaris WRC que llegaba sin las últimas evoluciones. El estonio superaba a Jari-Matti Latvala y se situaba primero, sabedor de que llegaba a la carrera con 36 puntos de diferencia respecto a Neuville y únicamente 13 con Ogier. El propio Latvala reconocía que iba a trabajar para el equipo y que no iba a pelearle la victoria a un Tänak que se puede meter de lleno en la lucha por el título después de sus dos triunfos consecutivos en Finlandia y Alemania y tras la debacle vivida aquí por los dos primeros clasificados.
En cuanto al resto, Hayden Paddon, tercero, es la gran esperanza por parte de Hyundai, la cual ha perdido a su jefe de filas a la espera de saber si mañana puede reengancharse para tratar de sumar puntos en la Power Stage, y que se encuentra peleando por el título de fabricantes con M-Sport Ford WRT. Cuarto es Teemu Suninen, mientras que Andreas Mikkelsen es quinto, en tierra de nadie. Mads Ostberg con problemas de turbo, Esapekka Lappi por salida de pista y Craig Breen con su Citroën C3 WRC siendo devorado por las llamas, han sido las principales bajas de esta segunda etapa en la que Jan Kopecky se mantiene líder del WRC2 después de los pinchazos de este viernes y de un problema de transmisión este sábado similar al que sufría Andreas Mikkelsen, que se quedaba únicamente con tracción traser en su Hyundai.