Apostaron por el TCR y les salió bien y
ahora Volkswagen Motorsport también quiere sumarse al rentable negocio de los R5 carreras-cliente. M-Sport, las firmas del Grupo PSA, Skoda y después Hyundai, todas ellas se embarcaron en la fabricación de numerosos vehículos de competición bajo esta normativa que ha sido adoptada
no sólo en el WRC2 o en el Campeonato de Europa de Rallies, sino también en la mayoría de series regionales bajo el paraguas de la FIA y nacionales. Aprovechando
el lanzamiento de la sexta generación de su popular modelo, el Volkswagen Polo y su versión GTI, la sección deportiva de la firma alemana en Hannover tuvo como encargo la construcción de un nuevo
Volkswagen Polo GTI R5, en este caso sobre la carrocería cinco puertas y destinado únicamente a ser vendido y alquilado a todos aquellos pilotos y equipos privados que estuvieran interesados en competir con el último producto de los dominadores del WRC entre 2013 y 2016, así como los vencedores del World RX y de las TCR International Series. Con esta premisa,
Volkswagen presentaba hoy en Mallorca su nuevo modelo de competición, el cual afrontará durante los próximos meses un intenso programa de pruebas para llegar a las manos de sus clientes completamente preparado, con la vitola de un coche campeón como uno de los principales reclamos para que los compradores se fijen en él dentro de
la nutrida representación que habrá entre la segunda generación de R5. No será fácil, además del Citroën C3 R5, también se espera que llegue el Proton Iriz R5 además de una nueva versión del Skoda Fabia R5 y la respuesta por parte de M-Sport y sus Ford Fiesta, sin duda el más exitoso de los modelos ‘fundadores’ de dicha categoría con hasta 250 unidades ensambladas hasta la fecha.
En este caso, el Polo GTI R5 será establecido
sobre la base de la carrocería cinco puertas, con un motor de cuatro cilindros 1.6 turbo de inyección directa de gasolina que ha heredado del modelo de producción (el reglamento FIA limita mucho las modificaciones a realizar sobre el mismo) y situado en posición transversal. En total,
se estima que entregará 272 CV de potencia y un par máximo de 400 Nm para 1.320 kilógramos de peso. Está asociado a una caja de cambios secuencial de cinco marchas y a tracción total permanente, algo que le permite completar el 0 a 100 km/h en apenas 4,1 segundos. Creado con la experiencia del director técnico de Volkswagen Motorsport,
François-Xavier Demaison, con la ayuda del departamento técnico de la marca en Wolfsburgo y la colaboración de Skoda Motorsport, el coche ya ha afrontado sus primeros test en Francia, tanto sobre tierra como en alquitrán, esperando sumar más experiencia este mismo mes en Gran Bretaña. El objetivo será el de pasar la homologación de la Federación Internacional de Automovilismo
a finales del verano 2018, realizando su debut competitivo en otoño de ese mismo año.