ES SU 80ª VICTORIA
El Rally de Montecarlo elige a sus ganadores y en esta ocasión decidió que era Loeb el que merecía tal honor
Quedaban cuatro tramos para resolver el duelo que habían mantenido durante los tres días anteriores Sébastien Ogier y Sébastien Loeb por reclamar el trono del Rally de Montecarlo. Los dos franceses están comenzando el que promete ser un programa muy reducido esta temporada 2022, sin embargo, esto no les apartaba de su deseo de seguir ampliando sus respetivos palmareses, en este caso ayudados por esa rivalidad que les ha unido desde que Ogier llegara al WRC en 2008.
Eran 21,1 segundos los que tenía de ventaja el piloto de Toyota sobre el de M-Sport Ford, con 67,26 kilómetros por delante para acabar esta 90ª edición de la cita monegasca. El primero en golpear iba a ser Loeb, marcando un nuevo scratch y recortando apenas 1,1 segundos a su rival. Parecía que el alsaciano apenas había conseguido rascar la superficie, especialmente después de que Ogier le devolviera el derechazo unos kilómetros después al endosarle otros 4,6 segundos en la antepenúltima especial del itinerario.
Visto para sentencia. O al menos aparentemente ya que cuando se encontraba disputando el TC16, Sébastien Ogier sufría un pinchazo en una de las ruedas delanteras y llegaba a meta dejándose 34 segundos después de aguantar como buenamente pudo sobre la carretera y sin detenerse a cambiar la rueda afectada ya que eso hubiera supuesto una caída a la tercera posición. Loeb retomaba la cabeza de la carrera y ambos afrontaban la Power Stage con una diferencia de 9,5 segundos, una brecha excesiva como para pensar que el vigente campeón estaba en condiciones de recuperar in extremis la cabeza de la prueba.
Se complicó aún más cuando Ogier, ya en el último tramo, arrancó antes de que el reloj terminara con la cuenta atrás después de perder la concentración por un extraño ruido proveniente del motor. Los 10 segundos de penalización que le reportaban este error terminarían por acaba con cualquier opción de remontada. Sébastien Loeb e Isabelle Galmiche conseguían su primer triunfo juntos, el octavo Montecarlo del nonacampeón, que a su vez ampliaba su lista de victorias hasta las 80 en el WRC, siendo esta la primera que consigue con una marca que no fuera Citroën.
Para M-Sport Ford WRT es el fruto a todo un año de trabajo, un 2021 que se tomaron como transición en lo deportivo, pero que les ha reportado este primer éxito que se ha visto completado por la tercera plaza de Craig Breen y la quinta de Gus Greensmith, siendo únicamente el fuerte accidente de Adrien Fourmaux el viernes el único borrón que nos encontrábamos en el fin de semana de los de Richard Millener y Malcolm Wilson. Completaba las cuatro primeras posiciones Kalle Rovanperä, cuarto, que realizaba una gran remontada desde el sábado.
En sexta posición el único Hyundai i20 N Rally1 capaz de ver la meta, Thierry Neuville, el cual se quedaba con el único consuelo de sus tres puntos en la Power Stage y de haber sumado el primer scratch para la marca, concretamente en la 15ª especial. Oliver Solberg se tuvo que retirar tras el tramo anterior, después de que junto al equipo estimaran conveniente abandonar tras los problemas con los gases provenientes del motor que han estado afectando durante todo el fin de semana al joven piloto escandinavo.
En WRC2, primera victoria del año para Andreas Mikkelsen, seguido en el podio por Erik Cais y por Nikolay Gryazin. La categoría para los Rally2 y R5, este año unificada, ha sido testigo de grandes momentos de dramatismo durante todo el fin de semana, teniendo continuidad esta misma mañana cuando Yohan Rossel y Grégoire Munster sufrían sendos pinchazos en la primera especial y ambos renunciaban a esa lucha por el podio que estaban manteniendo, algo que permitía a Gryazin alcanzar la tercera plaza a pesar de un conato de incendio en su Skoda durante la noche del jueves. La próxima prueba del Mundial de Rallies será Suecia, del 24 al 27 de febrero.