Sébastien Loeb ya tiene el póker y busca una grieta en Carlos Sainz

Planteado por ASO como una jornada sin demasiadas particularidades, la novena etapa ha sido considerada por muchos participantes como todo un reto en cuanto a la navegación y especialmente dura con las mecánicas de los coches. Con la carrera tomando ya rumbo hacia Al Ula, donde permanecerá mañana para la disputa del antepenúltimo día competitivo de este Rally Dakar 2024, toda la atención se centraba en cómo iban a responder Sébastien Loeb y Fabian Lurquin al tiempo cedido ayer.

La pareja del Bahrian Raid Xtreme salía muy atrás en el orden de salida después de ese error de navegación en la octava etapa que hizo más líder al Audi de Carlos Sainz y Lucas Cruz, con el dúo español teniendo hoy además la ventaja de que salía precisamente detrás de sus dos compañeros de estructura, el ganador de ayer Mattias Ekström y Monsieur Dakar, Stéphane Peterhansel.

De esta forma, madrileño y catalán podían ceder el peso de la navegación a la pareja escandinava, algo que no duró demasiado debido a dos pinchazos sufridos por Ekström y Bergkvist en la primera parte de la especial, lo que llevó a que Sainz tomara el testigo desde muy pronto, seguido muy cerca por los otros dos Audi, pero con una jornada de 428 km competitivos en total que daban mucho pie a tener errores de navegación debido a lo difícil que era seguir el roadbook en un recorrido con una velocidad media tan alta que sólo se vio rebajada en los últimos 100 kilómetros con una sección mucho más pedregosa.

Sébastien Loeb aprovechó para sumar su cuarta victoria de etapa y reducir 4:14 la brecha que tenía sobre él su excompañero. Sainz y Cruz permanecen líderes con un colchón de 20 minutos y 33 segundos sobre el alsaciano y su copiloto belga, quedando además tres jornadas de competición antes de poner punto y final a esta 46ª edición de la competición. Por si fuera poco, mañana se espera que la carrera tome tintes estratégicos de cara a la especial de dentro de dos días, una jornada en la que prácticamente nadie querrá abrir pista, algo a lo que prácticamente está obligado Loeb si quiere seguir descontando.

En cuanto al resto, excepcional tiempo el logrado por Mathieu Serradori con el Century oficial con motor turbo. El francés es cada vez más líder de la clasificación de dos ruedas motrices y su desempeño durante esta semana y media le permite estar peleando por entrar en el Top5 después de haber superado hoy a Guerlain Chicherit y situarse en la sexta plaza. El resto de puestos dentro de esas cinco primeras posiciones se mantiene igual, con Lucas Moraes por delante de la Hilux Overdrive de Guillaume de Mevius y con Giniel de Villiers quinto. Laia Sanz por su parte es la segunda española entre los pilotos gracias a su 15ª plaza después de ser superada hoy por Stéphane Peterhansel.

El que tiene difícil seguir en carrera es precisamente el defensor del tuareg. Tras sus problemas de motor, Nasser Al-Attiyah trataba de seguir en carrera para ayudar a Loeb y para sumar puntos de cara a pelear por el título del W2RC, el que sería su tercero. Sin embargo, hoy la dirección asistida le ha dejado KO a las primeras de cambio y se pone en seria duda que vaya a seguir en carrera para afrontar las últimas tres etapas.

En lo referente a las motos, Ricky Brabec ha pegado un tirón de la carrera y empieza a dejar atrás a Ross Branch. El botsuano, que está haciendo un papel deslumbrante se ha dejado hoy otros 6 minutos y 27 segundos, por lo que su desventaja se va ya por encima de los siete minutos en un día que se ha anotado el triunfo parcial curiosamente otro francés, Adrien Van Beveren, que se suma al ganador de coches, Sébastien Loeb, y al de quads, Alexandre Giroud, para culminar un gran día en el caso de la expedición francófona.

Tampoco ha salido nada mal para Cristina Gutiérrez, la cual ha conseguido junto a su copiloto, Pablo Moreno Huete, bajar su desventaja entre los Challenger por debajo de la media hora respecto al líder Mitch Guthrie.