ABANDONO DE BARREDA Y VUELCO DE SAINZ
El alsaciano, que renunció a su posición en el orden de salida fue capaz de recuperar el tiempo perdido por una penalización y alzarse con el triunfo parcial que le lleva a ser segundo de la general. Joan Barreda abandonaba por caída y Carlos Sainz sigue en carrera tras volcar.
Día de sobresaltos, de abandonos que duelen en el cuerpo y de retiradas que duelen en el alma. El Rally Dakar siempre ha sido desgarrador para los que se van y una sensación indescriptible de emoción y orgullo para los que se quedan. Esas dos caras de la misma moneda se han podido ver en esta novena etapa que unía a través de un sector competitivo de 359 kilómetros cronometrados la meta en Riyadh, con la llegada en Harad.
Ha sido un día que comenzaba con dunas cortas que se salpicaban entre otras de mucho mayor tamaño que recordaban a las de los primeros días sobre la arena, pero al final del itinerario incluso la lluvia se ha dejado ver de nuevo. Las grandes acumulaciones de agua han llevado a que incluso el director de la carrera, David Castera, se haya remangado los pantalones y haya bajado del helicóptero para comprobar el nivel del líquido elemento que había en algunos puntos conflictivos.
Precisamente los helicópteros han sido los otros grandes protagonistas del día, siendo los encargados de evacuar a Joan Barreda tras su tercera gran caída del Dakar 2023 que le ha llevado a abandonar definitivamente, como también de transportar a Carlos Sainz en un viaje de ida y vuelta que ha terminado con el madrileño subido de nuevo en el Audi RS Q e-tron E2 y ya dirigiéndose hacia el vivac con la firme intención de continuar mañana si el estado del coche germano está en condiciones después del vuelco que ha vivido el madrileño junto a Lucas Cruz en ese kilómetro seis de esta novena jornada.
Aunque ya no tenía opciones de luchar por la victoria tras lo sucedido en la sexta etapa y con las 28 horas y 45 minutos que tenían de sanción, la intención por parte de Sainz y Cruz era la de pelear de nuevo por triunfos de etapa. El sábado no pudo ser al pararse para ayudar a Mattias Ekström, el domingo fue una penalización de cinco minutos la que les dejo sin primero puesto y este martes, ya con la jornada de descanso superada, fue ese vuelco el que hizo incluso complicarse la continuidad en carrera. Sainz, con dolor en la parte derecha del torso llegó a subirse al helicóptero con destino a Riyadh para allí ser sometido a distintos chequeos, sin embargo, cambiaría de opinión y pediría regresar al lugar del accidente para tratar de seguir en competición.
Con la ayuda del camión de asistencia ya en la zona, se consiguió volver a poner al Audi RS Q e-tron E2 en condiciones de marcha y así dirigirse a la carretera para llegar cuanto antes al vivac y poder intentar reparar para estar mañana de nuevo en competición, cuando todavía restarán cinco etapas más para completar la carrera. Lo harán gastando otro jóker de los tres que disponen y encajando de nuevo una gran penalización, pero al menos seguirá luchando por triunfos parciales y por seguir evolucionando el coche en carrera después de haber destacado ayer que tal vez necesitan competir a lo largo del año si quieren llegar preparados al Dakar.
La victoria de etapa sería para un Sébastien Loeb que en principio tenía que haber salido a la etapa primero, pero que finalmente lo hizo en cuarto lugar, tras Nasser Al-Attiyah, Jakub Przigosnki y el propio Sainz. El alsaciano llegó con casi 14 minutos de retraso al control horario después de tener problemas en el enlace con su BRX Hunter T1+ (o tal vez por jugar un mero elemento estratégico), algo que le permitió salir con las referencias de sus rivales y poder llevarse la victoria en el día, encajando apenas 2 minutos y 10 segundos de penalización, 10 segundos por cada minuto que llegó tarde a su control horario.
Al alsaciano le salió la jugada completamente perfecta, ya que Henk Lategan, que hasta hoy ocupaba la segunda posición, tuvo problemas con la transmisión trasera, deteniéndose también en el km 18 de la especial y esperando a que un compañero o la asistencia le echara una mano para poder reparar. En este caso fue un compañero de marca, Yazeed Al-Rajhi el que se detuvo para actuar de donante y cederle las piezas que tenía que cambiar, por lo que el sudafricano pudo seguir en carrera y parar en parte la sangría de tiempo que hubiese tenido de no haber prestado el saudí su ayuda. Aun así, fue lo suficientemente grande como para caer a la cuarta plaza de la general, superado por el brasileño, Lucas Moraes y por el propio Sébastien Loeb, el cual está tercero a 21 minutos del piloto brasileño y a 1 hora y 43 minutos de Nasser Al-Attiyah.
Si Audi volvió a tener una jornada convulsa, en el caso de Prodrive pudieron celebrar por tanto no sólo la remontada de Loeb, sino también el triplete en la etapa de sus Hunter T1+, con Vaidotas Zala y Guerlain Chicherit escoltando al piloto galo. También fue un día para que los españoles en coches ‘se gustaran’ más allá de la figura de Carlos Sainz. Carlos Checa, Laia Sanz e Isidre Esteve terminaron entre los veinte mejores tiempos del día, siendo lo más sorprendente la actuación del excompetidor del Mundial de Motociclismo y de SBK, actualmente 16º en la general.
En motos, además de la mala noticia del abandono de Joan Barreda, la carrera ha empezado a romperse después de los problemas que han tenido especialmente las Honda con la navegación, así como la caída que sufría Mason Klein después de chocar con el competidor del ala dorada, Adrien Van Beveren. Luciano Benavides conseguía su segundo triunfo del año, mientras que su compañero, Skyler Howes conseguía mantener el liderato de la general por apenas tres segundos sobre Toby Price.
Tercero es Kevin Benavides, a cinco minutos de la cabeza y con una sólida diferencia respecto al cuarto, en este caso el propio Van Beveren, el cual ya está distanciado en más de 10 minutos, Quintanilla y Klein en más de 13 y Luciano, Cornejo y Sanders dejándose incluso más de 15. Lorenzo Santolino ha entrado dentro del Top10 y es el primer español clasificado, aunque lo tiene prácticamente imposible para meterse en la lucha por el tuareg a tenor de que el de Sherco tiene actualmente una diferencia respecto al estadounidense de Husqvarna de más cuarenta minutos. Queda por saber si Van Beveren y Klein pueden continuar en carrera.