Tan sólo había programados cuatro tramos para la primera etapa, sin embargo con
dos pasadas a una especial de casi 50 kilómetros, todo hacía presagiar que esta primera etapa no podía ser tomada a la ligera. Normalmente, las pruebas sobre asfalto se suelen decidir las posiciones por apenas unos segundos, así ocurrió en la edición de 2015, sin embargo, en esta ocasión,
Sébastien Ogier abría una brecha ya desde el inicio. El piloto francés, que está luchando aquí por
igualar los cuatro títulos mundiales de Juha Kankkunen o Tommi Mäkinen. Para ello deberá ganar y sumar los tres puntos en la Power Stage y esperar a los resultados de los pilotos de Hyundai y de Andreas Mikkelsen. Por ahora está sentando las bases para facilitarlo, si no es en la bella isla de Córcega, será dos fines de semana después, en la prueba de casa, el Rally de Cataluña. La punta de lanza de Volkswagen
sumaba los cuatro scratchs posibles en esta primera jornada en la que ya se disputaban más de un tercio de los kilómetros cronometrados del recorrido, pero agrupados en sólo cuatro especiales. Mientras que
Ogier se quejaba de unas notas ligeramente lentas, el resto de sus rivales sufrían otros problemas. En el caso de los Hyundai oficiales, tanto Dani Sordo como Thierry Neuville se lamentaban de problemas de frenos y de subviraje, mientras que
Hayden Paddon, todavía un novato sobre esta superficie, aquejaba cierta falta de ritmo y un sistema de reconocimientos que todavía debe ser perfeccionado.
Todo esto permitía a
Ogier irse al mediodía con una ventaja que ya superaba la referencia de los 10 segundos sobre el trenecito formado por tres de los pilotos que sobre el papel estaban en disposición de ponerle las cosas difíciles: Kris Meeke, Dani Sordo y Thierry Neuville. Sin embargo, el segundo bucle le ha sonreído al tetracampeón, anotándose otros dos scratchs y siendo testigo de los
pinchazos que sufrían primero Meeke en el tercer tramo y después Sordo en la especial con la que se cerraba la primera jornada.
Neuville terminaba el día segundo, con 44 segundos perdidos respecto al incontestable liderato de Sébastien Ogier, mientras que los grandes beneficiados de la debacle de Sordo y Meeke (además de la pequeña pérdida de Paddon también por un pinchazo) eran los otros dos pilotos de Volkswagen, Jari-Matti
Latvala y Andreas Mikkelsen que ascendían a la tercera y cuarta plaza respectivamente. El ritmo de ambos sin embargo ha sido algo decepcionante, teniendo en cuenta que ambos saben lo que es ganar sobre asfalto y que en el caso del finlandés, está defendiendo la victoria conseguida el año pasado en la isla corsa. En cuanto al resto,
Craig Breen pasa a ser el mejor Citroën DS3 WRC clasificado en una cita, la francesa, en la que estaba programado que Stéphane Lefebvre ejerciera su situación de local. Sin embargo, el accidente del joven piloto galo en el que tanto él como su copiloto resultaron lesionados y que le ha obligado a hacer un breve parón esta temporada. En cuanto a
Sordo, el pinchazo le ha hecho caer hasta la novena plaza, justo detrás del primer clasificado en WRC2, Elfyn Evans, el cual está sacando los colores al piloto oficial de M-Sport en el WRC, Mads Ostberg, que sólo puede ser décimo y a Ott Tänak, al cual le está pasando seria factura el rendimiento de los nuevos neumáticos de DMACK.
José Antonio Suárez, el otro representante español se encuentra quinto entre los pilotos de WRC2.
Clasificación tras la 1ª etapa en Córcega: 1. S. OGIER - Volkswagen Polo R WRC 1:37:52.8 2. T. NEUVILLE - Hyundai i20 WRC +44.0 3. J. LATVALA - Volkswagen Polo R WRC +58.0 4. A. MIKKELSEN - Volkswagen Polo R WRC +59.3 5. C. BREEN - Citroën DS3 WRC +1:18.7 6. H. PADDON - Hyundai i20 WRC +1:26.2 7. E. CAMILLI - Ford Fiesta RS WRC +2:00.7 8. E. EVANS - Ford Fiesta R5 +2:36.3 9. D. SORDO - Hyundai i20 WRC +2:39.1 10. M. OSTBERG - Ford Fiesta RS WRC +2:41.9