El estonio estaba muy cerca de dar un vuelco al Mundial de Rallies
Tras dominar el Rally de Gales durante el primer día y medio, Ott Tänak se vería obligado a abandonar por un problema mecánico que le obligaba a renunciar al de Toyota a la que podría haber sido su cuarta victoria consecutiva.
Toyota GAZOO Racing había tenido dos meses de completo ensueño. Con solo una victoria en su casillero de esta temporada, después de que Ott Tänak se estrenara en Argentina al volante del Yaris WRC, el estonio, copilotado por Marti Järveoja realizaba un inicio de segunda mitad de temporada completamente de ensueño. Tres victorias consecutivas en Finlandia, Alemania y Turquía, sumado a los errores de los principales candidatos al título, llevaba a que el fichaje estrella de Tommi Mäkinen para la temporada 2018 tuviera oportunidades reales de conseguir coronarse campeón.
Gales era la primera prueba de fuego y Tänak la estaba superando con nota. El piloto de Toyota era líder al llegar al ecuador de la etapa del sábado, la más larga del rally y sin asistencia intermedia, algo que no dejaba lugar a los errores. Thierry Neuville cometía uno ya en el primer bucle cuando el belga perdía el eje trasero de su Hyundai i20 WRC en una curva de derechas. Salida de pista y coche atascado en la cuneta de la que saldría con muchos segundos perdidos gracias a la ayuda de los aficionados, pero todavía con opciones de sumar puntos.
Solo al frente de la general tras la salida de pista de Neuville por la que el piloto de Hyundai Motorsport caía hasta la octava plaza, todas las miradas se centraban en la actuación de Tänak, el cual comenzaba a gestionar su renta sobre Sébastien Ogier, nuevo segundo clasificado, para poder dar un nuevo golpe al Mundial antes de disputar las dos últimas citas del calendario, España y Australia. Sin embargo, las noticias llegarían nada más comenzar el bucle de la tarde.
Ott Tänak y Martin Järveoja se detenían en la segunda especial tras el cambio de neumáticos, quizás uno de los recorridos más conocidos del rally británico, Sweet Lamb, el cual este año se fusionaba con otro tramo icónico, el de Hafren. Sin daños aparentes, el Toyota Yaris WRC aparecía fuera de la pista, con piloto y copiloto en buenas condiciones físicas y sin evidenciar que se estuviera sometiendo a unas reparaciones de emergencia después de un problema mecánico.
Desde Toyota confirmarían posteriormente que se trataba de una fuga en el circuito del agua y que Tänak decidía parar el coche para no someter al motor a sobrecalentamiento y una más que posible rotura. La pareja estonia, la cual ocupaba la segunda posición de la general del campeonato a 13 puntos de Neuville, podrá reengancharse en la jornada del domingo a través de la normativa de Rally2 y luchar por conseguir algunos puntos en la Power Stage, la cual en esta ocasión será el segundo tramo del día en lugar del último.
Tommi Mäkinen daba vía libre a Jari-Matti Latvala y Esapekka Lappi para que ambos tratarán de superar a Ogier, algo estaba a punto de completar el primero después de conseguir el scratch en el penúltimo tramo de la jornada. Un trompo en la última especial le haría perder algo de tiempo a Latvala, quedándose a falta de la etapa del domingo a solo 4,4 segundos del piloto galo de M-Sport. Lappi por su parte finalizaba el día a 11,8s, mientras que Breen, primer piloto de Citroën se quedaba a 13,5s del nuevo líder de la carrera. Mads Ostberg completa el buen día de la marca gala cerrando las cinco primeras posiciones.
Los Hyundai por su parte han copado la sexta, séptima y octava plaza, siendo Thierry Neuville el último de ellos después de tener una pequeña salida de pista por la mañana que le ha retrasado desde el segundo puesto con la que comenzaba el día hasta la última posición entre lo pilotos del WRC. Los Skoda oficiales de Kalle Rovanperä y Pontus Tidemand siguen al frente de la categoría WRC2 y completan el particular Top10 del Rally de Gales.