Apenas los separan dos segundos después de 165 kilómetros competitivos.
El francés y el belga recuperan su duelo de 2018 después de que Tänak pinchara en el séptimo tramo. Sébastien Loeb suma sus dos primeros scratchs como piloto de Hyundai.
Inicio espectacular el del Rally de Montecarlo 2019. Después de que Ott Tänak brillase en la noche del jueves, con la disputa de las dos primeras especiales de poco más de 20 kilómetros, la jornada del viernes prometía marcar las primeras grandes diferencias con más de 125 kilómetros cronometrados y muchas decisiones importantes que tomar a la hora de elegir la monta de neumáticos para cada uno de los dos bucles.
Aun así, la primera noticia importante de la mañana sería la cancelación del primer tramo, la pasada inicial por el Valdrome–Sigottier, el cual se encontraba no solo atestado de aficionados, sino que también había un gran grupo de ellos situados muy cerca de la carretera en una zona muy rápida, algo que obligaría a Michèle Mouton y a los delegados de seguridad a tomar la decisión de que no se disputara.
Uno de los principales damnificados era precisamente Sébastien Ogier, el cual había confiado su estrategia de neumáticos a las condiciones de esta primera especial, quizás la que más hielo tenía de las tres. Con todo ello, el francés sería capaz de no solo resistir el golpe, sino que además se ponía en cabeza después del segundo tramo de la tarde, precisamente aprovechando un error de un Thierry Neuville que llegó a estar en condiciones de asestar un importante golpe a la carrera en el inicio del bucle vespertino, concretamente en el TC6, cuando una trazada demasiado optimista le llevaba a tomar un camino equivocado y a ceder unos 20 segundos en el lance.
De esta forma, la segunda jornada de la cita monegasca, prueba con la que se da el pistoletazo de salida al Mundial de Rallies 2019, terminaba con Ogier como líder a pesar de solo sumar un scratch de siete posibles, mientras que Neuville, con dos, completaba el día a solo un par de segundos del francés de Citroën Racing. Peor le iban las cosas a Esapekka Lappi en su debut con los de Versalles. El finlandés no pasaría del sexto tramo, cuando un toque contra un objeto duro le llevaba a dañar la rueda delantera izquierda y la dirección, firmando su primer abandono y siguiendo el mismo camino que ayer tomaría su compatriota de M-Sport Ford WRT, Teemu Suninen, el cual se reenganchaba en la jornada de hoy a través de la normativa de Rally2.
También sería una jornada aciaga para los intereses de los vigentes Campeones del Mundo de Fabricantes. Toyota GAZOO Racing veía convertirse a Jari-Matti Latvala en su única opción de podio después de que, en el penúltimo recorrido competitivo del día, Ott Tänak y Kris Meeke tuvieran que detenerse para sustituir sus ruedas dañadas. Tanto el estonio como el norirlandés se dejaban bastantes segundos en la maniobra, cayendo fuera de posiciones del top 5 y cerrando los puestos entre los World Rally Cars que se situaban dentro de los 10 primeros.
Los grandes beneficiados del problema de Tänak serían precisamente los hombres de Hyundai Motorsport, con Andreas Mikkelsen situándose en tercera posición, seguido por Jari-Matti a 7,4 segundos y por Sébastien Loeb que firmaba dos scratchs en su segundo día en competición como piloto de la firma surcoreana. El alsaciano se quedaba a solo ocho décimas del finés de Toyota GAZOO Racing, por lo que se encontraba en disposición de pelear por su primer podio del año, estando ya a más de 1 minuto y 25 segundos de su compatriota y tocayo, Sébastien Ogier.
Sin españoles en la lista de inscritos, resta destacar que Gus Greensmith, piloto británico de M-Sport Ford WRT en WRC2 Pro, se mantenía como sólido líder de la prueba y además se situaba dentro del Top10 absoluto. Yoann Bonato, piloto francés ligado a la disciplina de Citroën y campeón nacional en 2018, era décimo y primer piloto del WRC2 (este año la categoría se divide en equipos de fábrica y privados).