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El equipo All American Racers de Dan Gurney llevó a Toyota a sus únicos dos triunfos en el circuito de Sebring

Sebring, Toyota y las victorias de las águilas norteamericanas

A lo largo de toda la historia de las históricas 12 horas de Sebring,Toyota se ha impuesto en dos ocasiones.

Toyota Eagle Sebring 1993motor.atresmedia.com

Las 12 horas de Sebring es una de las citas más importantes de la temporada norteamericana del mundo de las carreras de resistencia junto a las 24 horas de Daytona y el Petit Le Mans de Road Atlanta. La prueba disputada en el antiguo aeródromo de Sebring ha tenido distintas etapas a lo largo de su historia, la última de ellas entre 2013 y 2018 con su presencia en el certamen IMSA pero no en el WEC. Este 2019, el Campeonato del Mundo de Resistencia vuelve al mítico trazado floridano con la expectativa de ver a Toyota como ganadora en las 1000 millas de Sebring, nombre de la carrera del WEC.

No sería la primera vez que un coche de la marca japonesa ganara en Sebring, puesto que en 1992 y 1993 se vivió la edad de oro de Toyota en las carreras de resistencia de Estados Unidos. Curiosamente se dio en otra época en la que solo el IMSA disputaba la mítica carrera de 12 horas de duración. Fue un lapso de dos años en los que el Eagle MKIII Toyota dominó la categoría IMSA GTP con 21 victorias en 27 carreras disputadas en total entre 1991 y 1993. Lógicamente, dos de las victorias de este coche fueron las 12 horas de Sebring de 1992 y 1993, suficiente para pasar a la historia.

El Eagle MkIII era técnicamente un chasis diseñado en Estados Unidos por la estructura All American Racers, aunque en colaboración directa con Toyota (John Ward colaboró con Hiro Fujimori para el diseño) y con motor directamente proveniente de TRD. El propulsor era un cuatro cilindros en línea de 2.100 centímetros cúbicos con turbocargador que daba una potencia nada despreciable de 800 caballos. El coche era el heredero del complicado pero ocasionalmente competitivo HF90. El coche fue competitivo desde el primer test y pronto quedó claro que estaba destinado a ganar, con Juan Manuel Fangio II (sobrino del "Chueco") logrando la primeras dos victorias.

Toyota Eagle Sebring 1991 | motor.atresmedia.com

Con una gran oposición, inicialmente los Toyota no lograron subirse al podio en las dos primeras carreras de la temporada. Pero en las 12 horas de Sebring, el coche número 99 de Juan Manuel Fangio II y Andy Wallace tuvo un gran fin de semana que culminó con una victoria con cinco vueltas de ventaja. El segundo coche tuvo que conformarse con una decepcionante décima posición. Pero los éxitos del coche no habían terminado, con ocho victorias en las nueve carreras restantes de la temporada del IMSA. De hecho, el coche era tan competitivo que Jaguar y Nissan retiraron sus equipos oficiales del campeonato.

Era el reconocimiento tácito de que ninguno de los dos equipos de fábrica que habían dominado el campeonato (Nissan había ganado las 12 horas de Sebring los tres años antes) se veía capaz de pelear con los nuevos vencedores. De esta forma, la temporada de 1993 comenzó sin rivales serios para Eagle y Toyota, aunque algunos de los modelos antaño oficiales acabarían en manos de equipos privados... y con el conocimiento de que la época de los GTP llegaba a su fin. El dominio de los Eagle-Toyota, la ausencia de equipos de fábrica y el aumento de los costes forzó el final de esta espectacular clase de coches de carreras.

Salida de las 12 horas de Sebring en 1991 | motor.atresmedia.com

Las dos primeras carreras de la temporada (la cita inaugural era las 24 horas de Daytona) tuvieron victorias de los coches número 98 y 99 respectivamente para luego llegar a Sebring como absolutos favoritos. En una carrera marcada por la lluvia torrencial, Juan Manuel Fangio II y Andy Wallace repitieron victoria, esta vez con 'solo' dos vueltas de ventaja sobre el Nissan NPT-90 privado en manos del equipo Momo. P.J. Jones y Rocky Moran fueron terceros en el otro Eagle-Toyota y cerraron la lista de éxitos de la marca japonesa en Sebring.

La historia del MkIII siguió con siete dobletes en las siete carreras en las que participaron a posteriori. Faltó la victoria o el doblete en Road America, con Toyota negándose a inscribir las máquinas por motivos que ni el propio Dan Gurney llegó a saber. Por segundo año consecutivo, los títulos del IMSA fueron para ellos. La clase GTP llegó a su fin y Toyota dejó de apoyar al campeonato, sin ningún interés después de perder un lugar en el que su coche podría haber seguido compitiendo. El campeonato sufriría una caída del interés global con sus nuevas normativas.

Más de veinticinco años después, Toyota se encuentra en una situación parecida al estar dominando el WEC. No podrán competir en el actual IMSA con su TS050, pero sí estarán en las 1000 millas de Sebring en las que sus dos coches serán favoritos. La marca nipona tendrá la oportunidad de seguir ampliando su palmarés en un lugar que no les ha visto ganar en mucho tiempo. Cualquiera de sus coches que gane llevará al primer piloto japonés a la victoria en Sebring, mientras Fernando Alonso buscaría sumarse a la historia de éxitos españoles allí. Eso sí, siempre recordando que la prueba del WEC es nueva y no las míticas 12 horas de Sebring.

Toyota Eagle Sebring 1993 | motor.atresmedia.com