Hay pilotos especialistas, que destacan en una categoría en concreto y que cuando salen de ella, les cuesta ir rápido. Pueden ser grandes estrellas de la Fórmula 1, pilotos experimentados en la NASCAR u hombres devotos de la resistencia. Otros, por el contrario, van bien en cualquier coche al que se suban. Es el caso de
Stoffel Vandoorne, un hombre que lleva años asombrando y que está golpeando a las puertas de la Fórmula 1.
Sus datos en la GP2 dan miedo de ver. Siete victorias en una temporada, once victorias en total -dos años-, diez victorias en carreras largas , ocho pole positions, seis pole positions consecutivas, dieciséis podios en una temporada y veintiséis en total. Todos estos son los récords del piloto belga en la antesala de la Fórmula 1, además del récord absoluto de puntos en una temporada y la pavorosa ventaja de 160 puntos sobre el subcampeón, a quien casi dobló.
Está claro que
Vandoorne no ha dejado títere con cabeza en la que ha sido una temporada de reinado absolutista en la GP2 por delante de gente con credibilidad como Alexander Rossi, quien ya en 2015 ha llegado a disputar grandes premios de Fórmula 1 con Manor pero que lleva varias temporadas como piloto de pruebas de Caterham y Virgin. Y aún así, el norteamericano se quedó con un 53% de los puntos de su rival. Una ventaja mareante por parte del campeón más claro de 2015. Porqué hay que ser claros;
el dominio de Stoffel Vandoorne en la GP2 ha sido, teniendo en cuenta las circunstancias de la categoría,
mucho más claro incluso que el de Lewis Hamilton en la Fórmula 1. Irónico, puesto que Vandoorne es piloto de pruebas de McLaren, equipo que lo ha pasado verdaderamente mal este año. Se trata de una de las pocas alegrías de la estructura McLaren-Honda en 2015 -la otra puede ser el exitoso debut de Nobuharu Matsushita, compañero de Vandoorne en la GP2-.
Vandoorne cuenta con el apoyo de McLaren-Honda y por ello
fue uno de los primeros pilotos en subirse al coche de pruebas a finales de 2014, siendo por lo tanto de los primeros en descubrir que la unidad de potencia de Honda estaba destinada a pasarlo muy mal en su primer año en el retorno de los japoneses a la Fórmula 1. Durante este año, Vandoorne se ha subido al MP4-30 en varias ocasiones, lo que le sirve para curtirse y aprender. Vandoorne ha ejercido de hecho las funciones de piloto probador principal, a pesar de que Kevin Magnussen empezó la temporada con ese rol e incluso llegó a tomar parte en el Gran Premio de Australia cuando Fernando Alonso se encontraba indispuesto -aunque el motor se rompió antes de empezar la carrera-.
Más allá de Jenson Button y Fernando Alonso, Vandoorne es el hombre que más vueltas ha dado con un McLaren en 2015.
¿Y para el futuro? No solo de la Fórmula 1 viven los pilotos y con el talento del belga, está claro que vaya donde vaya, será capaz de estar delante. De momento, a finales de 2015
ha probado con uno de los coches motorizados por Honda en el campeonato de la Super Fórmula en Japón, el certamen de monoplazas más veloz fuera de la Fórmula 1. La intención es combinar su rol como reserva de McLaren en 2016 con un papel de piloto titular en allí. El objetivo debe ser la Fórmula 1 pero para un hombre que ha demostrado tener una capacidad de adptación tan remarcable, cualquier categoría supone un camino planteable. A fin de cuentas, ganó la Fórmula Renault 1.6 en su primer año y la Fórmula Renault 2.0 antes de ser subcampeón de la Fórmula Renault 3.5 en su primer año y finalmente ser subcampeón de la GP2 en su debut antes de ganarla al segundo intento.
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