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La lluvia torrencial estuvo a punto de forzar la segunda cancelación de una carrera de la Super Fórmula del año.

La Super Fórmula se impone al diluvio de Okayama con victoria de Yuhi Sekiguchi

Yuhi Sekiguchi se impuso en una carrera de la Super Fórmula marcada por la lluvia, batiendo a un agresivo Kamui Kobayashi.

Yuhi Sekiguchi Okayama 2018SFAgencia

Para la Super Fórmula, perder la segunda cita de la temporada en Autopolis ya fue un problema, con un calendario corto con ‘solo’ siete carreras. El pasado fin de semana, el problema estuvo a punto de doblarse con una prueba en Okayama que estuvo muy cerca de quedar cancelada por el mismo motivo, una lluvia torrencial que amenazó con impedir que la prueba prosiguiera con normalidad. Al final, se impuso el sentido común y el tesón de una Super Fórmula bajo una gran presión de seguir adelante para evitar una nueva cancelación. En lo deportivo, Yuhi Sekiguchi ganó tras batir a Kamui Kobayashi.

El penúltimo fin de semana de carreras de la Super Fórmula estuvo marcado por la presencia de la lluvia, ya que tanto la sesión clasificatoria como la carrera se disputaron sobre asfalto mojado, no solo complicando el desarrollo del evento sino también dejando al campeonato sin el ansiado récord del circuito. A día de hoy, este está aún en manos de Ayrton Senna y su pole position en el Gran Premio del Pacífico de 1994. Se esperaba superar el tiempo en la sesión clasificatoria pero la lluvia lo impidió, aunque no impidió que Sekiguchi marcara la pole.

El piloto del Team Impul fue el más rápido bajo la lluvia del sábado, en cantidad aún razonable, con Ryo Hirakawa en tercera posición en el otro Impul. Entre ellos, Kamui Kobayashi firmó una gran sesión clasificatoria. Tras ellos, Tomoki Nojiri fue cuarto con el primer motor Honda en parrilla, mientras Naoki Yamamoto perdía opciones para el título al clasificar décimo. Nick Cassidy y Hiroaki Ishiura, los dos líderes de la general, fueron quinto y octavo respectivamente. La mezcla de candidatos al título y pilotos sin nada que perder hacía presagiar una gran carrera el domingo… de no ser por las previsiones de lluvia intensa.

Kenta Yamashita | Centímetros Cúbicos

El propio Cassidy tomaba las redes sociales al cuestionar abiertamente la más que posible cancelación de la carrera, haciéndose eco de un sentimiento común en el paddock de la Super Fórmula: si los diluvios obligan a cancelar carreras, quizás podría haber algún protocolo para correr otro día y no quedarse con eventos vacíos. Al final, el neozelandés acertó en sus previsiones climáticas y llegó el baile de horarios que empezó con un adelanto de la hora de salida para acabar con un retraso mayor que llevó a tomar la ‘salida’ detrás del coche de seguridad. Tras siete vueltas, salía la bandera roja y parecía que todo estaba visto para sentencia.

Pero la Japan Race Promotion (JRP) estaba bajo mucha presión tras la cancelación de la carrera de Autopolis en mayo y lo último que nadie quería era que se repitiera la situación. Tras una hora de espera, la carrera se relanzó y el coche de seguridad duró poco esta vez. Eso sí, por normativa no podía rodarse sin que el tiempo pasara ya y con un límite de 70 minutos, para cuando salió la bandera verde quedaba poco más de la mitad de ese tiempo, 38 minutos que eran insuficientes para completar las 54 vueltas a las que había quedado reducida la carrera de 68. Así comenzó una carrera que vivió del duelo de Sekiguchi y Kobayashi.

Sekiguchi y Kobayashi | Centímetros Cúbicos

De forma inmediata, Kobayashi empezó a presionar a un Sekiguchi que no tenía un ritmo igual de bueno y tuvo que ceder ante el de KCMG tras un toque en medio de una jugada espectacular. El coche de Kobayashi quedó dañado, con el frontal de carbono roto y aguantado solo por el vinilo de su monoplaza. La carrera no tuvo demasiada historia y lo único remarcable en cabeza fue el error de Kobayashi cuando era líder e intentaba recuperar la ventaja perdida tras la presencia del coche de seguridad. Ello le hizo volver al segundo puesto y regaló la victoria a Yuhi Sekiguchi, que se felicitó animadamente con su rival tras bajarse del coche. Ryo Hirakawa fue tercero.

Por detrás, las peleas en pista y no las condiciones climatológicas trajeron la presencia de dos coches de seguridad. Primero, Nirei Fukuzumi contactó con Tom Dillmann, cuyo alerón delantero quedó en el asfalto, obligando a una breve neutralización. Luego, el propio Fukuzumi trompeó y su coche quedó calado también en la pista. Habría sido una interrupción breve pero con apenas 4 minutos para el final, no había tiempo de que se pudiera relanzar la carrera. En la zona de puntos solo hubo un cambio de posiciones en toda la carrera, con Yuji Kunimoto cediendo su séptima posición a Hiroaki Ishiura, que pelea por el título.

El campeonato está ahora más igualado que nunca y tras el reparto de la mitad de puntos en Okayama por no llegar al 75% de la distancia programada de carrera, hay cinco puntos entre los tres primeros y doce entre los cinco primeros, todos ellos candidatos matemáticos al título. La realidad es que solo los tres primeros optarán de verdad a él, con Nick Cassidy con 29 puntos por 25 de Hiroaki Ishiura (campeón de 2015 y 2017) y 24 de Naoki Yamamoto (campeón de 2013). La última carrera se disputará en Suzuka el día 27 de octubre y además del punto para la pole position y los habituales diez por ganar, se entregarán tres puntos al piloto que logre la victoria. La emoción está servida.

James Rossiter | Centímetros Cúbicos