El nuevo Toyota Supra y un Honda NSX-GT con motor delantero, los grandes cambios para la próxima temporada.
El Class 1 llega al Super GT a partir del próximo año con importantes cambios en los coches de la categoría japonesa.
El ‘culebrón’ del Class 1, el set de normativas que unificará el DTM alemán y el Super GT japonés a nivel técnico, está a punto de terminar. El día 11 de septiembre se presentaron en Suzuka los primeros coches 100% fieles a esta nueva normativa que en teoría permitirá que los coches de estas dos categorías puedan competir de forma intercambiable en ambos certámenes gracias a la primera muestra pública de los tres modelos de GT500 que participarán en el Super GT el próximo 2020. Toyota, Nissan y Honda mostraron sus nuevas imágenes de competición ante el mundo y aunque por lo general la estética no sufre grandes cambios con respecto a la presente temporada, hay mucho que ver.
Quizás lo más interesante es ver cómo cada una de las tres marcas tiene su propia narrativa con su nuevo modelo. Toyota representa el mayor cambio de imagen, comenzando por el hecho de reemplazar a una Lexus que ha estado en el Super GT desde 2006. Por primera vez en quince años, Toyota proporcionará todos los coches del grupo en GT500. Se retira de esta forma el exitoso Lexus LC500 empleado los últimos dos años para dar paso al retorno del mítico nombre de Toyota Supra, identificado esta vez con la nomenclatura 'GR' por GAZOO Racing. El Supra ya se había visto en enero pero la versión actual es mucho más fiel a la realidad que se verá el próximo año.
Más allá de ser un coche real y no una ‘mera’ maqueta conceptual como fue el caso del Supra con el que se realizó en enero el anuncio sobre su retorno al Super GT, la versión mostrada en Suzuka también era mucho más fiel a nivel visual al coche de calle. A fin de cuentas, para las marcas también es importante poder implementar elementos visuales de sus deportivos en los coches de carrera por motivos de mercadotecnia. Precisamente entre los Toyota están los mayores rumores de un posible cambio de equipos participantes, siendo KCMG favorita para entrar en el Super GT en 2020. La duda en ese caso sería sobre qué estructura debería dejar su sitio, pues no parece que Toyota quiera poner 7 coches en pista…
Pero el elemento más destacado de la presentación tiene que ser, sin ninguna duda, el nuevo Honda NSX-GT. Por primera vez en su historia, un NSX contará con motor delantero a pesar de su leyenda como deportivo japonés con motor central. Así son las ‘exigencias del guión’ del Class 1, que llegaron a plantear una posible dispensación o incluso la aparición de un nuevo modelo de Honda antes de imponerse el sentido común. Aún así, brillante trabajo de los ingenieros de la marca, que han conseguido mantener el modelo con muy pocos cambios a pesar del cambio de posición del motor.
Lógicamente, las grandes excepciones son el radiador delantero y los nuevos escapes laterales, todo ello conforme a las normativas del Class 1. Pero aún así, una mirada de lejos podría no darse cuenta del ‘engaño’ y asumir que se trata de un NSX ‘normal y corriente’. La única marca que ha optado por una línea continuista es Nissan, que no solo mantiene el GT-R como su base sino que lo hace con la mentalidad de optimizar en lugar de innovar. El coche actual sirve como mula de test y el de la próxima temporada tendrá presumiblemente un mayor trabajo encima cuando le llegue el momento de competir. Por ahora, visualmente muestra pocos cambios.
Es razonable esperar que estos coches aún vayan a sufrir varios cambios tanto a nivel interno como externo a lo largo de los próximos meses. A fin de cuentas, la próxima temporada del Super GT comenzará en más de medio año así que los ingenieros de Toyota, Honda y Nissan tienen tiempo de sobra para modificar cualquier elemento de sus coches. De momento, Toyota y Nissan prueban esta semana en Suzuka mientras que Honda deja sus test para más adelante… aunque se sabe que una primera versión del NSX con motor delantero ya rodó tanto el año pasado como este.