El belga se situaba líder tras los problemas de transmisión de Ott Tänak
Con la lluvia dando un respiro, el Rally de Argentina 2019 nos ha mostrado una intensa batalla entre los teóricos candidatos al Campeonato del Mundo de Pilotos.
Aunque la situación meteorológica se había normalizado desde el jueves tal y como apuntaban las previsiones, los organizadores del Rally de Argentina decidían cancelar el primer paso por el tramo de Amboy-Yacanto debido a la imposibilidad de asegurar que los servicios de emergencia y los de seguridad pudieran acceder al tramo. De esta forma, una de las jornadas más largas de la prueba sudamericana se quedaba menguada en casi 30 kilómetros, algo que privaría a los aficionados de un bonito espectáculo en el que estarían involucrados los tres pilotos que a día de hoy son los grandes favoritos a llevarse el título intercontinental.
Pronto serían los pilotos de Toyota los que marcaban el ritmo, aprovechando en este caso las prestaciones del Toyota Yaris WRC sobre el barro, muy presente en las especiales del primer bucle. Kris Meeke se situaría muy pronto líder, aunque sendos errores permitirían que su jefe de filas en el equipo de Tommi Mäkinen, le dieran caza y le superará al final de la jornada matinal. En esos momentos la situación para el fabricante nipón era idílica, con las tes unidades situadas en posiciones de podio, sin embargo, el bucle vespertino llevaría a dar un vuelco a la general.
Un problema con la transmisión dejaba al ganador del rally en 2018 sin liderato después del último tramo del día. Tänak pasaba de ser líder tras dos scratchs consecutivos a situarse en tercera posición tras Neuville y Ogier. El belga, ganador del Tour de Corse tras el pinchazo de Elfyn Evans en la última especial de la cita francesa, conseguía superar el primer día en la cita cordobesa con una ventaja superior a los 11 segundos sobre el hexacampeón y de 13,4 con respecto a un Tänak que se veía obligado una vez más a remontar.
Toyota pasaba de un posible triplete a solo tener un coche entre las tres primeras plazas, aquejado en este caso de problemas de transmisión. Jari-Matti Latvala sufría un pinchazo, mientras que Kris Meeke perdía la tercera marcha y además acumulaba una gran pérdida de tiempo después de dos pequeñas salidas de pista. El norirlandés pasaba a ser cuarto, seguido en este caso de Andreas Mikkelsen y con más de 10 segundos de renta sobre Elfyn Evans.
Dani Sordo también comenzaba con tiempos prometedores, sin embargo, un percance en la última especial le haría ceder posiciones y caer fuera del Top5, seguido en este caso de Teemu Suninen y el propio Latvala, mientras que Mads Ostberg, líder de WRC2 Pro era décimo, cerrando las plazas con derecho a puntos. El noruego llegaba a esta posición después de aprovecharse del abandono del otro piloto oficial de Citroën Racing, Esapekka Lappi, el cual debería retirarse después de un aparatoso vuelco del que afortunadamente piloto y copiloto salían ilesos.
Entre los R5, muchas bajas, siendo la de Gus Greensmith y la de Kajetan Kajetanowicz las más destacadas, ambas por roturas de suspensión. En WRC2, Takamoto Katsuta se situaba como líder de la general tras un intenso duelo con Alberto Heller y su hermano, Pedro.