EL BELGA SE PUEDE CORONAR CAMPEÓN DEL WRC
El Rally de Centroeuropa ha disputado este jueves sus dos primeros tramos, con Thierry Neuville situándose a espaldas de Sébastien Ogier a apenas nueve décimas en el que puede ser el fin de semana de su primer título Mundial.
Un fin de semana que puede valer un Mundial. El WRC disputa este fin de semana su último evento sobre suelo europeo y lo hace con el regreso del asfalto después de una larga secuencia de eventos sobre tierra. El Rally de Centroeuropa retoma por tanto el testigo dejado por Croacia en la primera mitad del año y promete ser decisivo para la certificación de los ganadores del título intercontinental, especialmente en los apartados individuales donde Thierry Neuville y Martijn Wydaeghe llegan claramente destacados a esta penúltima fecha.
La pareja belga es consciente de que no necesitará mirar a ningún rival si son capaces de salir con un colchón de 31 puntos este domingo. Con 60 puntos a repartirse todavía entre la prueba de Europa Central y la de Japón, los 29 puntos de renta que tiene Neuville sobre su compañero en Hyundai, Ott Tänak, parecen ser un colchón lo suficientemente grande como para poder hacer su propio rally. Con cinco subcampeonatos del WRC a sus espaldas, Neuville se presenta ante la oportunidad de toda una vida, con un futuro incierto que sólo lo liga una temporada más con Hyundai Motorsport y después de haber visto cómo se le escapaba en más de una ocasión entre los dedos de las manos el haber conseguido un Mundial.
Sabedor de que en condiciones normales será uno de los pilotos que parta en mejores condiciones a los tramos de viernes debido a su posición de salida, Neuville comenzaba este jueves con un ritmo alto en las dos primeras especiales que se han desarrollado sobre el alquitrán checo después del shakedown celebrado por la mañana y la salida ceremonial en el barrio del Castillo de Praga.
Con menos de 15 kilómetros cronometrados para abrir boca este jueves por la tarde, Neuville buscó los límites y los encontró en forma de toque con una de las balas de paja que delimitaban el recorrido. El resultado fue un scratch en el TC2 para dar respuesta al conseguido por Sébastien Ogier en la superespecial del hipódromo de Velká Chuchle, sin embargo, los daños en la aerodinámica lo acompañarán al menos hasta la asistencia intermedia de la etapa del viernes, ya que los coches no tienen programado para esta noche un Service en el que poder sustituir el paragolpes.
Con todo ello, las diferencias son mínimas y los nueve primeros Rally1 se encuentran comprimidos en poco más de nueve segundos, con Ogier liderando por delante de Neuville con un exiguo margen de nueve décimas, mientras que Andreas Mikkelsen y Takamoto Katsuta se han situado por delante de Ott Tänak. El estonio es junto a Elfyn Evans uno de los cuatro hombres que tiene todavía opciones de título, pero en ambos casos deben esperar un traspiés de Neuville para poder recortar la diferencia o al menos llegar con opciones matemáticas a Japón. El galés es séptimo a 3,1 segundos de Ogier, y encuadrado entre Adrien Fourmaux y un Sami Pajari que parece haber comenzado con un ritmo esperanzador sobre asfalto.
En WRC2, Yohan Rossel comenzaba con problemas su intento por arrebatarle a Oliver Solberg el liderato. El escandinavo está presente en el evento, pero no está inscrito en la categoría ya que ya ha disputado sus respectivos siete eventos, mientras que el piloto galo estaba a punto de volcar en el TC2 y arrancaba la rueda trasera derecha, lo que lo hunde en la clasificación con más de medio minuto perdido respecto a Nikolay Gryazin, el otro Citroën oficial.