EL BELGA ES LÍDER
Después del abandono de Ott Tänak, Neuville ha tenido una vez más que soportar sobre sus espaldas toda la responsabilidad de Hyundai
El Rally de Suecia regresaba al calendario del Campeonato del Mundo de Rallyes después del impasse de 2021 por problemas financieros y lo ha hecho con una prueba completamente nueva, en este caso en torno a la localidad de Umea, más al norte que la región del Värmland, movimiento que ha asegurado la nieve necesaria y el frío para que se pudiera disputar la cita invernal con todas las garantías.
El arranque de esta primera etapa nos ha traído muchos cambios entre los principales candidatos a la victoria, con un bucle inicial que ha tenido tres líderes distintos y tres autores diferentes de los scratchs. Todo parecía un mano a mano entre los tres pilotos titulares de Hyundai y los tres oficiales de Toyota GAZOO Racing, sin embargo, con diferencias de apenas décimas y la gran cantidad de nieve presente han hecho que cualquier error se pagara incluso con el abandono.
Situación completamente agridulce para el equipo Hyundai Motorsport. Tras un discreto Rally de Montecarlo, la estructura con sede en Alzenau parecía haber encontrado el ritmo para plantar cara a los Toyota y de paso aprovechar que M-Sport Ford ya no contaba aquí con su referencia, Sébastien Loeb. Lo hizo durante los compases iniciales, siendo Ott Tänak el primer líder y viendo cómo el estonio era capaz de remontar durante la tarde para volver a ponerse a espaldas del líder tras el TC5, en esos momentos Elfyn Evans.
Sin embargo, el Campeón del WRC en 2019 sigue con su racha negativa de resultados y desde el equipo confirmaban que él y Martin Järveoja tenían que tomar el camino del abandono debido a un problema con la unidad híbrida de su Hyundai i20 N Rally1. En este caso, la normativa indica que de encenderse el LED rojo que indica un riesgo eléctrico, no se puede continuar en carrera, por lo que Tänak debía renunciar a cualquier opción de recuperar parte del terreno perdido después de que en Montecarlo situara un “cero” en su casillero.
Mientras tanto, Thierry Neuville y Oliver Solberg trataban de salvar el honor de la firma surcoreana, con el belga situándose líder después de ser el que mejor gestionaba las gomas en la recta final de la etapa. A pesar de no lograr ningún scratch, Neuville se situaba al frente con 4,3 segundos de margen sobre Kalle Rovanperä, 7,4 segundos respecto a Elfyn Evans y 8,8 segundos con el tercer Toyota GR Yaris Rally1 clasificado, el de Esapekka Lappi, aquí en sustitución de Sébastien Ogier. Cerraba el Top5 el hijo del Campeón del WRC en 2003, el cual reconocía haber fallado en uno de los cruces del último tramo, asomándose ya al medio minuto cedido.
En M-Sport Ford la situación era si cabe más dramática. Craig Breen abandonaba en la segunda especial del bucle matinal después de una primera salida en la que el irlandés perdía la concentración, mientras que la segunda, la definitiva, sería provocada por el líquido de limpiar el parabrisas que brotaba sin control del circuito, algo que le llevaba a Breen a perder visibilidad y salirse de la trazada.
Con un Ford Puma Rally1 menos, dos si sumamos que finalmente Lorenzo Bertelli no pudo participar debido a compromisos profesionales con la Semana de la Moda de Milán (su madre es una de las propietarias de la conocida firma de Prada), los de Malcolm Wilson se quedaban en cuadro, viendo como Adrien Fourmaux no tenía ni la velocidad ni la confianza como para poder luchar por los tiempos de cabeza, mientras que Gus Greensmith sufría varias salidas de pista y además problemas con el sistema híbrido y la caja de cambios, obligándole incluso a la estructura británica a cambiar dicho elemento en la asistencia del mediodía.
En el resto de categorías, Andreas Mikkelsen es octavo absoluto y primero entre los competidores de WRC2 después de que el dominador de toda la jornada, Ole-Christian Veiby, se dejara la primera posición con un error en la superespecial con la que se le ponía el broche al día.