Alonso, Buemi y Nakajima acarician la corona de pilotos
La marca japonesa, Toyota, dominó la edición 2019 de las 6 Horas de Spa.
La penúltima cita del Mundial de Resistencia 2018-2019, las 6 Horas de Spa 2019, tuvieron de todo. Nieve, lluvia, granizo y hasta rachas de sol y pista seca brindaron una carrera loca en la que el Toyota TS050 HYBRID LMP1 pilotado por Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima se impusieron no sin sufrimiento. El resultado además aseguró el título mundial para la marca japonesa.
Sus compañeros del coche número 7 firmaron la pole en la jornada del viernes, pero la climatología se antojaba clave por mucho que a las 13:30 del sábado se diera la salida con pista seca. Y los pronósticos no fallaron, pues apenas fueron necesarias un par de vueltas para que empezaran los equipos a montar neumáticos de lluvia. Las circunstancias pillaron desprevenida a Toyota, cuyo TS050 número 8, pilotado en los primeros compases por Sébastien Buemi, perdió comba frente al coche hermano en manos de Mike Conway al no estar todo listo para su parada en boxes.
La lluvia pronto dio paso a la nieve y el granizo, forzando la salida del Safety Car. Pero la pista no tardó en secarse tras la interrupción y el paso a neumáticos slicks volvió a dejar al Toyota número 8 al descubierto, cayendo Buemi incluso por detrás de los LMP2 mientras Conway se destacaba al frente. Mas las interrupciones por la meteorología variable hicieron que el segundo de los Toyota siempre tuviera opciones y la carrera terminó decantándose a su favor cuando el fallo de un sensor obligó a Kamui Kobayashi a entrar en boxes y perder cuatro vueltas.
Así, ni un extraño trompo de Fernando Alonso empañó la carrera del número 8, ya con el camino expedito hasta el triunfo final a pesar de la intermitente lluvia y nieve sobre Spa, que obligó incluso a dar por concluida la prueba de forma prematura. El poco tiempo de bandera verde durante la última hora de carrera impidió además que Conway, López y Kobayashi fueran más allá del sexto puesto. Toyota se proclamó en Spa campeona del mundo y el título de pilotos quedó muy encarrilado para los vencedores: Alonso, Buemi y Nakajima apenas necesitarán un séptimo puesto en Le Mans para alzarse con él.
Los LMP1 privados estuvieron más cerca que nunca en Spa. No sólo reglamentariamente se abrió el grifo, sino que además lo extraño de la carrera permitió que Rebellion y SMP Racing rodaran puntualmente en cabeza. En general el equipo ruso se mostró más rápido durante el fin de semana, con un notable debut en resistencia de Stoffel Vandoorne, pero una sanción y un problema de cambio en la recta final permitió a Rebellion llevarse el 2º puesto con su coche número 3 (Berthon/Laurent/Menezes) por delante del número 11 (Aleshin/Petrov/Vandoorne).
En LMP2 Pastor Maldonado brilló en la parte final de la prueba con un precioso adelantamiento por el liderato de la categoría que a la postre le valió el triunfo a DragonSpeed, en un Oreca 07 que compartió con Roberto González y Anthony Davidson. El equipo estadounidense tuvo que dejar en casa su LMP1 por problemas logísticos, pero se llevó una alegría al batir a G-Drive Racing y Signatech Alpine en la segunda categoría.
Entre los GTE-Pro, los periodos de Safety Car previos convirtieron la prueba en una lotería estratégica, viéndose perjudicados BMW y Porsche. En todo caso el triunfo de Aston Martin de la mano de Alex Lynn y Maxime Martin no fue ni mucho menos inmerecido a tenor del ritmo demostrado durante el fin de semana. A Porsche le queda el consuelo de haber amarrado el título de marcas, ver cómo Christensen y Estre se destacaban en la clasificación de pilotos y la victoria en GTE-Am de la mano de Dempsey-Proton Racing (Ried/Pera/Campbell).