En un año donde el dolor por lo invade todo Toyota al menos ha alcanzado un logro con el que esbozar una sonrisa a la hora de hacer balance del Mundial de Resistencia 2016.
El TS050 de Kamui Kobayashi, Stéphane Sarrazin y Mike Conway se impuso en el circuito propiedad de la marca japonesa, Fuji Speedway. Este triunfo es el resultado de una clara mejoría en las últimas citas, pues este mismo equipo acumula tres podios consecutivos y se sitúa segundo en la clasificación general. A nivel de ritmo Toyota ha conseguido reducir diferencias con Porsche y Audi pero fue su única ventaja comparativa este año, el menor consumo de neumáticos, lo que definió la carrera:
en la última parada no cambió gomas, lo cual permitió a Kamui Kobayashi situarse en cabeza y gestionar la renta con respecto al Audi perseguidor, de Jarvis, Di Grassi y Duval. El tercer escalón del podio lo ocupó el Porsche de Bernhard, Hartley y Webber, protagonista este fin de semana al anunciar su retirada. Con dos citas y 52 puntos aún en juego, 23 son los que separan a Dumas, Jani y Lieb, quintos en Japón, de los últimos ganadores. Pero la tendencia favorece a Toyota, pues
los líderes no han pisado el podio desde su victoria en Le Mans. ¿Viviremos una remontada in extremis? Audi por su parte buscará romper una racha de cuatro segundos puestos consecutivos. Donde ya está todo sentenciado es entre los LMP1 privados. El abandono de ByKolles en Japón dio automáticamente el título a Rebellion, que ya ha dado a conocer su intención de abandonar la categoría en 2017.
La categoría LMP2 ofreció
un brillante espectáculo en Japón, obteniendo la victoria G-Drive de la mano de Roman Rusinov, Alex Brundle y Will Stevens. El británico tuvo que adelantar en su último relevo y por partida doble, pues los comisarios no aceptaron una maniobra sobre Bruno Senna por el liderato al exceder los límites de la pista y le tocó devolver posición y repetirla. RGR Sport y Signatech Alpine completaron el podio de la categoría, siendo Roberto Merhi séptimo junto a Matthew Rao y Richard Bradley. Las categorías de GT en esta ocasión no estuvieron a la altura de lo visto entre los prototipos. En GTE-Pro los resultados se limitan a reflejar la competitividad mostrada por cada marca, pues acabaron en orden:
doblete de Ford, que recupera así la senda de la victoria tras unas citas discretas post-Le Mans, seguida de los Ferrari, los Aston Martin y el Porsche. Ello no impide que los pilotos daneses de Aston Martin, Sorensen y Thiim, sigan al frente del campeonato, pero permite a Ferrari superar a la marca británica.
Entre los GTE-Am el Aston Martin de Pedro Lamy, Mathias Lauda y Paul dalla Lana alcanzó su cuarto triunfo de la temporada, pero la victoria en Le Mans sigue pesando mucho del lado de AF Corse: 33 puntos de ventaja mantienen Manu Collard, Rui Aguas y François Perrodo. Y es que
casi tan importante como ganar es ser regular y este equipo de Ferrari sólo se bajó del podio en una cita este año, Austin. Con estas diferencias en los principales campeonatos que componen el Mundial de Resistencia, las 6 horas de Shanghái pueden ser decisivas. El 6 de noviembre visitará el WEC China, antes de acudir como de costumbre a Bahréin para la traca final.