El Toyota TS050 se despide de La Sarthe con la tercera victoria consecutiva de la marca japonesa en las 24 horas
Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi revalidan su triunfo en Le Mans junto a Brendon Hartley en el Toyota número 8.
El sentido común se impuso en las 24 horas de Le Mans y a pesar de lo movidas que resultaron sobre todo en sus dos primeros tercios, Toyota repitió victoria por tercera vez consecutiva con su unidad número 8. Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima lograron su tercera victoria con los japoneses, mientras Brendon Hartley estrenó de la mejor forma posible su ingreso al equipo al firmar su segundo triunfo en la mítica prueba francesa. Curiosamente, el neozelandés estuvo en el último coche ganador en La Sarthe que no pertenece a Toyota. En cierta forma, fue una victoria inesperada ya que el gran favorito era el coche número 7, pero una serie de problemas les relegaron a la tercera posición final.
La edición 2020 de las 24 horas de Le Mans será recordada por ser la segunda fuera de su fecha habitual y la primera en celebrarse sin público. Esta prueba llegó a su inicio con 59 coches tras la retirada a última hora de Ginetta, dejando LMP1 muy coja de participantes. Entre todos ellos, el coche de la pole acabó siendo el Toyota TS050 número 7 con un Kamui Kobayashi que bien cerca estuvo de romper el récord de vuelta en clasificación que había firmado él mismo. A su lado en parrilla, el Rebellion número 1 lograba dar la sorpresa en la ‘Hyperpole’ y en los primeros compases de carrera; Bruno Senna a punto estuvo de tomar el liderato a las primeras de cambio, pero Mike Conway estuvo implacable y defendió con éxito el primer puesto.
La primera gran sorpresa en una carrera compleja para Toyota llegó con un pinchazo para el número 8 que dejó a este coche en una secuencia distinta a la del número 7. Esto hizo que los TS050 se fueran alternando la primera posición en función de sus paradas en boxes aunque el liderato real era para el número 7... pero como siempre en Le Mans, la noche tenía aún mucho que decir. El número 8 perdió más de 10 minutos en boxes con problemas en los frenos aunque tuvo la suerte de que esto ocurriera durante un periodo de coche de seguridad que le permitió perder solo una vuelta y volver a pista tercero.
El momento de la carrera se produjo a las dos y media de la mañana, cuando el Toyota 7 tuvo que cambiar un turbo dañado. Casi media hora después el coche volvía a pista pero con siete giros perdidos y por detrás de los dos Rebellion. A partir de entonces, el Toyota 8 de Nakajima, Buemi y Hartley ‘solo’ tuvo que controlar la carrera mientras los Rebellion intentaban aguantar el tirón del Toyota 7 en plena remontada. Al final, el coche número 1 de Gustavo Menezes, Norman Nato y Bruno Senna aguantó el segundo puesto por delante del Toyota 7. De esta forma, los japoneses despiden el TS050 de Le Mans mientras miran ya hacia un 2021 en el que estrenarán máquina con la nueva normativa LMH.
En la categoría LMP2, la más igualada del WEC en general y las 24 horas de Le Mans en particular, la victoria fue para el Oreca número 22 del equipo United Autosports de Zak Brown. Con una quinta posición en la clasificación general, la tripleta formada por Filipe Albuquerque, Philip Hanson y Paul di Resta tuvo que sufrir hasta el último momento con una parada en boxes a 9 minutos del final para repostar. Parecía todo perdido por su parte cuando el Oreca número 38 de Jota pilotado por António Félix da Costa, Anthony Davidson y Roberto González tuvo que pasar por boxes por el mismo motivo apenas unos minutos después. El podio en esta categoría lo completaron Julien Canal, Nico Jamin y Matthieu Vaxivière en el Oreca número 31 de Panis Racing.
Por su parte, Roberto Merhi finalizó en décimo cuarta posición en LMP2 (décimoctava en la general) al volante del primero de los tres Ligier participantes. El coche número 35 de Eurasia Motorsport tenía el lastre de contar con un Nobuya Yamanaka que claramente no estaba preparado para el desafío de Le Mans. Junto a Nick Foster, el español intentó salvar la jugada, llegando a ser el piloto más rápido en pista en LMP2 pero resultó imposible acabar más arriba. Peor suerte tuvo el Ferrari número 71 de Miguel Molina, participante en la clase LMGTE Pro. El español ocupaba la cuarta posición en su categoría cundo se quedó parado en la última vuelta, sin poder terminar la prueba.
Sin duda, la gran historia de la clase principal de los GT’s fue la pelea entre Aston Martin y Ferrari, claramente mejores en carrera de lo que habían mostrado en clasificación. Estas dos marcas se erigieron como favoritas desde los primeros compases, dejando a Porsche prácticamente sin opciones más atrás. Al final, fueron los británicos quienes se impusieron con Alex Lynn, Maxime Martin y Harry Tincknell venciendo a bordo del Aston Martin del equipo oficial. Fueron vigésimos en la general, justo por delante del Ferrari número 51 de James Calado, Alessandro Pier Guidi y Daniel Serra. El podio en LMGTE Pro lo completaron Marco Sørensen, Nicki Thiim y Richard Westbrook en el Aston Martin 95.
En la clase LMGTE Am, reservado para las estructuras de GT's que incorporan a pilotos no considerados profesionales, victoria popular para el Aston Martin 90 de TF Sport, el equipo en el que militan Jonathan Adam, Charlie Eastwood y Salih Yoluç, el piloto turco que ha llevado a esta escuadra a competir también en ELMS, GT Open y hasta el británico de GT's. A su lado en el podio han estado el Porsche 77 de Dempsey-Proton Racing con Matt Campbell, Riccardo Pera y Christian Ried en segunda posición y el Ferrari 83 de AF Corse de Emmanuel Collard, Nicklas Nielsen y François Perrodo tercero. El campeonato no termina aún después de Le Mans, ya que el 14 de noviembre tendrán lugar las 8 horas de Bahréin que servirán para cerrar la temporada 2019-20.