Todavía quedan unas cuantas semanas para el comienzo de la que a buen seguro será
una emocionantísima temporada de MotoGP pero sin duda ya tenemos uno de los primeros indicativos de que los motores están muy cerca de rugir. El promotor del campeonato, Dorna, junto a la FIM han hecho públicos el que será el nuevo Safety Car del Campeonato del Mundo de Motociclismo:
un espectacular BMW M2 vitaminado, que nada tiene que envidiar a sus antecesores de mayor número tras la M. La firma bávara está deseosa de darle más visibilidad a su nuevo coupé compacto y qué mejor que hacerlo dentro del marco de la categoría reina de las dos ruedas. Sin embargo, está lejos de ser un M2 convencional, si podemos utilizar dicha palabra para hablar de un modelo que
ya de serie es capaz de entregar 370 CV de potencia para apenas tonelada y media de peso. No sólo se ha vestido de los bonitos colores de
BMW Motorsport y se le han situado las respectivas señales luminosas propias de los coches de seguridad, sino que se ha sometido una radicalización que acerque a este modelo de serie a una unidad de competición. Además de
la pertinente jaula de seguridad y el obligatorio extintor de incendios, los asientos de competición firmados por RECARO son acompañados por el pertinente arnés de seguridad de seis puntos, por lo que podemos decir que el área de protección está asegurada. Mientras tanto, el interior con toques de fibra de carbono,
el volante con toques en alcántara y los pedales en acero inoxidable nos hacen trasladarnos a un cockpit digno de cualquier vehículo perteneciente al Mundial de Turismos o de los más prestigiosos campeonatos de GT’s.
Si hablamos de BMW y de
elementos firmados por su sección M Performance, entre los que se encuentran la suspensión tipo coilover, escapes de alto rendimiento o frenos carbono-cerámicos, obviamente podemos decir que la parte mecánica es una pieza de calidad de la tan preciada ingeniería alemana. Con 370 CV bajo el pedal, el M2 ‘Safety Car’
es capaz de devorarse el 0 a 100 km/h en apenas 4,3 segundos. Por últimos, el alerón trasero y el spoiler delantero aseguran que esta bestia germana se mantenga pegada al asfalto haciendo que el diseño, del ya de por sí Racing coupé de BMW, se vea más extremo. Las llantas doradas son el toque de extravagancia que necesita el conjunto para terminar de redondearse y lo hacen aún más vistoso si es posible.
Con dos décadas de relación entre BMW y MotoGP, este M2 que se desarrolló en menos de 10 semanas, continúa con la tradición de ver un modelo de los germanos
haciendo las labores de Ángel de la Guarda de los son conocidos como los mejores motoristas del mundo. Esperemos que no lo tengamos que ver intervenir más que en los protocolos habituales.