Audi se ha propuesto ser líder indiscutible en materia de vehículos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos de aquí a 2020. Este objetivo pretende reconvertir toda la gama del fabricante alemán en una apuesta sin precedente en tecnología de propulsión alternativa, siendo el desarrollo de las baterías el punto crucial para conseguir reducir costes, maximizar sus prestaciones y mejorar su comportamiento ante las circunstancias más extremas y exigentes.
Las baterías siempre se han presentado como uno de los grandes problemas para el impulso de la movilidad alternativa. La escasa capacidad de almacenamiento de los acumuladores, unido a las altas necesidades de espacio y peso para su ubicación en el coche y los dilatados tiempos de carga, han sido los pilares de investigación del
centro de baterías Gaimersheim de Audi. En este centro se han centrado en la evolución de las nuevas baterías enfocándose en reducir su necesidad de volumen, mejorar su comportamiento ante incidentes, idear diferentes
programas de reciclado y segunda vida de baterías y
perfeccionar los sistemas de recarga para reducir los tiempos de carga completa.
Audi ha conseguido desarrollar diferentes estructuras para los packs de baterías entras las que destaca el concepto de
baterías planas, en el que
se ha conseguido optimizar la densidad energética de las celdas de tal modo que se puedan instalar 95 kWh de capacidad bajo el piso del nuevo Audi R8 e-tron quattro. Este acumulador, además, podrá alcanzar una
autonomía de hasta 500 kilómetros empleando tan sólo 50 minutos para recargar el 80% de su capacidad. Estas baterías de nueva generación llegarán al mercado en los próximos años con una
vida útil de 8 años o 150.000 kilómetros como mínimo, siendo compatibles con sistemas de
recarga inalámbrica y habiendo optimizado sensiblemente su gestión energética para aprovechar al máximo cada kWh. Del mismo modo, estas nuevas baterías también serán compatibles con nuevos estándares de
recarga por cable con potencias de hasta 350 kW.
El reciclado de las baterías es otro de los puntos clave en los que Audi también quiere estar presente. Tras la finalización de la vida útil de las baterías como sistema de almacenamiento para coches híbridos o eléctricos,
Audi propone el uso de estas baterías para componer sistemas de almacenamiento energético industrial para dar soporte a grandes estaciones de generación de energía renovable. Este uso no sólo permitiría reducir el impacto ambiental de las baterías, sino que además ayudaría a impulsar las fuentes de energía renovable y así ayudar a la red a soportar mejor la llegada de grandes flotas de vehículos eléctricos.