BMW ha acudido al Consumer Electronic Show,
CES 2017, para mostrar allí un prototipo de lo más futurista y cuyas principales novedades nada tienen que ver con su arriesgado diseño exterior. Efectivamente BMW ha creado el
BMW i Inside Future imaginando cómo será su futuro próximo, pero
todo el protagonismo está en su interior y en el cómo interactuaremos con el vehículo en materia de conducción e infoentretenimiento. En un futuro donde la conducción autónoma será el pan nuestro de cada día, lo que está claro es que
los fabricantes están obligados a ofrecer lo último en servicios de conectividad y multimedia. De hecho el presentar este BMW en la feria de electrónica de consumo más importante del año es un claro ejemplo de que los fabricantes de coches ya no solo fabrican transportes.
El objetivo de BMW con el
BMW i Inside Future es mostrar e primer lugar una nueva evolución de sus
sistema de reconocimiento de gestos, una función que ya está presente en los nuevos BMW Serie 5 y Serie 7, pero que ahora añade nuevas posibilidades y una función que permite recrear la sensación de tocar la pantalla gracias a la emisión de ultrasonidos para que nuestra piel perciba ese contacto físico.
La interfaz
HoloActive Touch es la gran novedad, una suerte de
pantalla embebida en el salpicadero que prácticamente envuelve todo el habitáculo. La idea tras esa interfaz es ofrecer un sinfín de escenarios para el ocio de los pasajero cuando se circule en modo autónomo, porque sí, este coche podrá conducirse por sí solo aunque conserva un volante físico para poder seguir disfrutando de la conducción. En materia de diseño el BMW i Inside Future es una muestra evidente de que
el uso de materiales y la apuesta por la estética serán aspectos clave en los futuros coches. Con la idea de convertir el habitáculo del coche en un segundo hogar u oficina, cobra mayor importancia el diseño, el uso de materiales nobles y la idea de ofrecer un espacio amplio donde poder acomodarse durante largos trayectos. En Centímetros Cúbicos: